13. Resaca

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Narra Guillermo:

Me desperté, aún rodeado por los brazos de Vegetta, lo observé durante un rato esperando que no despertara en unos minutos. Se veía sereno e inocente, podría decir que incluso me parecía... ¿Adorable? Tal vez.

-Frank... -susurró en sueños.

¿Frank? ¿De quién hablaba?

-Te quiero... y... te necesito... -Su voz sonaba con tristeza.

No sabía porqué pero me molestó eso último. ¿Sería su pareja? ¿Acaso era capaz de besarme cuando estaba con alguien? Era obvio que sí. Pero la pregunta era: ¿Por qué tenía ahora el ceño fruncido? "No me importa si tiene o no pareja." Me decía una y otra vez para auto convencerme.

Me di media vuelta en la cama, para no seguir mirándolo, aún con la misma expresión en mi rostro.

Al parecer se despertó por haberme movido, ya que volvió a extender una de sus manos alrededor de mi cuerpo.

-Ven aquí. -me susurró.

Giré la cabeza, lo suficiente para mirarlo a los ojos, y nuestras miradas se cruzaron entre sí.

Me eché hacia atrás para acercarme, tal y como él me dijo, sin darme media vuelta.

Vegetta tiró de mí y en un movimiento rápido me encontraba frente a él.

-Así está mucho mejor. -dijo para a continuación sonreír.

Hice el intento de levantarme, pero la cabeza me daba vueltas.

-¿Te encuentras bien? -me preguntó al ver mi reacción.

-Me siento un poco mareado y tengo náuseas.

-¿Y te duele la cabeza?

-Un poco. -dije llevándome una mano a la cabeza.

-Tienes resaca.

Se levantó de la cama para ponerse en pie y añadió: -Te voy a preparar algo para que te sientas mejor.

Desapareció de la habitación al instante y a los pocos minutos volvió con un vaso en su mano derecha, el cual me ofreció tras sentarse al borde de la cama.

-¿Y qué se supone que me hace esto?

-Nunca te has emborrachado, ¿no?

-N-no.

-Tú confía en mí, esto te hará bien.

Fijé la vista en el contenido, sin querer probarlo en ningún momento.

-¿Es limón?

-Zumo de limón con agua. -llevó su mano al vaso, acercándomelo a los labios. -Bebe.

Hice lo que me dijo y me lo bebí de un tirón. Estaba asqueroso, no me gustaba en absoluto el sabor ácido del limón.

-Ya sé que no es muy agradable. -habló el de brazos imponentes, llevando el vaso consigo de vuelta. -Pero lo agradecerás. -Esta vez su voz se escuchó desde el marco de la puerta.

Me senté en el borde de la cama, admirando el cielo azul que se dejaba ver tras la gran ventana colocada a un lateral de la cama. Hacía un día estupendo y yo me encontraba bastante mal, por no mencionar... Salí corriendo, lo más rápido que pude, entré en el baño y vomité. Odiaba hacerlo, era una sensación asquerosa y horrible, pero después de ello siempre te sentías mejor.

Con las prisas, manché un poco la camiseta. Me puse en pie de nuevo, me la quité y la enjuagué en el lavabo.

La puerta se abrió de golpe, dejando ver al tío que menos ganas tenía de ver en el mundo.

-¿Mejor? -preguntó mientras me arrebataba la camiseta de las manos.

-¡Eh!

-Está sucia, ¿no? Pues deja que ya me encargo.

¿Era mi imaginación o estaba siendo demasiado atento y agradable?

-Además estás mejor así. -dijo señalando mi torso desnudo.

Sentí como mis mejillas se tornaban de color carmesí por sus palabras, y es que aún así él siempre conseguía hacerme sentir de esa forma. Es frustrante el control que tiene sobre mí.

Él se alejaba a pasos rápidos, siendo seguido por mí.

-¿A dónde vas a llevarla?

-¿Me estás siguiendo? -preguntó al voltearse para verme. -Sé que te vuelvo loco, pero espérame dentro.

-¿¡Q-qué!? ¡P-pero ¿qué dices, eres tonto?! -Me estaba poniendo muy nervioso, pero es que no me gustaba que soltara aquellas palabras como si nada.

Él frunció el ceño y ambos nos paramos sin dejar de mirarnos. Vale, ahora lo había hecho enfadar, soy idiota.

-Voy a llevarla al servicio de limpieza, ya que en la habitación no hay lavadoras. -hizo una pequeña pausa y añadió: -Y espero obtener una explicación, para cuando vuelva, de lo que me acabas de decir.

Dicho eso se dio media vuelta, y yo entré de nuevo en la habitación.

Me ponía los pelos de punta cuando su mirada se volvía tan fría y oscura. Y lo peor estaría por venir, en cuanto él entrara por la puerta...

(Autora: Mrsdesrosiers17)

¿Tragedia o fortuna? [Wigetta]Where stories live. Discover now