16

1.1K 61 4
                                    

Mi corazón latia desesperadamente si Hero me encontraba iba a ser mujer muerta

-Lo siento Jorge tengo que irme

-Ahora? Porqué?

-Es mi marido y no quiero que mal entienda las cosas. Hasta mañana

-Hasta mañana – dando la vuelta comencé a caminar de regreso a casa cuando me encontré con Hero si cara se alivió pero segundos después me vio con enojo y se acercó rápidamente a mi

-No debiste salir así de la casa

-No lo hubiera hecho si tu no me hubieras hablado de la manera en que lo hiciste

-Es que Josephine no me gusta que traten mal a las personas. Son de las cosas que más odio

-Si, lo se pero yo soy tu esposa y todo tiene una explicación

-Te escucho

-Primero vamos a casa – caminábamos en silencio era raro cuando Hero y yo discutíamos nunca era algo grave pero nunca me había hablado como lo hizo esta noche.

Al llegar a casa todos se aliviaron de verme menos Anita que rodó los ojos en cuanto me vio

-Que bueno que está bien señora – me dijo una señora que le calculaba 40 o 50 años

-Gracias – le respondí con una sonrisa sincera

-Ya pueden ir todos a dormir – En cuanto todos entraron a su habitación nosotros también lo hicimos a la nuestra y comencé a cambiarme sin siquiera dirigirle la mirada cuando sentí que me abrazaba

-Perdóname mi amor no quería hablarte así ni que te enojaras conmigo

-No me gusta que me hablen así Hero

-Lo se, pero Cuéntame porque trataste así a Anita

-Porque Anita cree que en algún momento me va a separar de ti y no lo va a lograr

-Pero que dices Josephine

-Lo que escuchas Hero – dije mirándolo a los ojos. – está enamorada de ti y le choca que te hayas casado conmigo pero no voy a permitir que destruya nuestro matrimonio

-No crees que estas exagerando un poco

-No, a ver dime ¿Quien es la que manda aquí?

-Tu – me respondió mientras comenzaba a besarme y a dirigirse a la cama. Sería una noche larga.

La mentira Where stories live. Discover now