ATMOSFEAR. MI JUEGO Y TU PESADILLA

Capitulo 1: ¿Dónde Estoy?

Tras un largo día de confinamiento en la comodidad de mi casa, llegó la hora de dormir. Con mi pijama puesto, me tumbe en mi cama y pensé "bueno, pues es hora de soñar con los angelitos". Pues algo o alguien, decidió que hoy no iba a ser así. Hoy iba a ser el día en que tendría: UNA PESADILLA. Os pongo en situación:

Estaba yo tan tranquilamente durmiendo en mi cama exactamente a las 00:00 de la noche, cuando de repente siento una sensación extraña. Como si el sitio en el que durmiera no fuera blando, es decir, que parecía que no dormía en una cama, que dormía en el suelo. Al notar esa sensación, decidí comprobar si era cierto o no. Así que decido levantar un poco mi cuerpo, Y EFECTIVAMENTE. estaba durmiendo en el suelo de una sala oscura y desierta. 

Yo: ¿QUE DEMONIOS...? ¿DONDE ESTOY? 

Eché un vistazo a mi alrededor pero al ser una sala totalmente oscura, pues lo tenía un poco difícil para saber donde estaba o si estaba solo. Me muevo por la sala poco a poco ya que como comprenderéis, cuando apareces en una sala a oscuras pues... tienes algo de miedo. Mientras caminaba pisé algo con el pié. Al principio me asusté un poco pero al comprobar que al pisarlo no se movía, decido pisarlo fuertemente, para saber donde está y cogerlo con la mano.

Yo: ¿Que és esto?

Al parecer ese objeto tenía un botón (el cual pude identificar gracias a mi sentido del tacto). Lo pulsé y salió un rayo de luz muy grande la cual iluminó gran parte de la sala en la que estaba.

Yo: Es una linterna. ¡Vaya golpe de suerte!

Apunté con la linterna hacia el suelo para evitar caerme. Ahora me sentía mucho más seguro y caminaba de manera normal pero nunca bajaba la guardia, en este tipo de sitios nunca se sabe lo que te puedes encontrar. Al cabo de poco tiempo me encontré con una figura femenina la cual me resultaba muy familiar. Me acerqué a ella con curiosidad. Se encontraba totalmente dormida de lado y su cara estaba tapada por sus pelos largos. Así que decido apartar los pelos de su cara e inmediatamente la reconocí. 

Yo: Es... es mi prima, pero... ¿como habrá llegado aquí? 

Evidentemente intenté despertarla agarrándola de los hombros y agitando su cuerpo para ver si reaccionaba. Por lo visto no funcionó, a lo que acudí al plan B. Me acerco a su oreja y le susurro una cosa la cual le da mucha rabia y que a mí me divierte:

Yo: Lucía... La guerra de las cosquillas la voy a ganar yo. 

Al decirle eso, mi prima se despertó con un gran salto y me miró con intención asesina. Se ve que el plan B salió a pedir de boca.

Lucía:  ¿DISCULPA? ¡¡¡LA GUERRA DE LAS COSQUILLAS LA VOY A GANAR YO!!!

Al terminar esa frase se dio cuenta de que quien estaba con ella era su querido primo. Evidentemente solo yo sabía sobre esa guerra. Por lo tanto se me acercó y me abrazó con mucho cariño, al cuál yo sin pensármelo correspondí. Desde la última vez que la vi, había pasado casi un año. Así que, me sentí muy feliz de volver a estar con mi prima. 

Lucía: Por cierto Kenay, ¿donde estámos? Esto no es mi pueblo ni mucho menos. 

Yo: No tengo ni idea, me he despertado aquí al igual que tú.

Durante unos segundos empezó a hacer mucho calor, la linterna que tenía en la mano, dejó de funcionar y volveríamos a estar a oscuras otra vez. Después de unos pocos segundos de oscuridad, apareció un fuego fatuo. El cual empezó a moverse.

Lucia: Creo que deberíamos seguir ese fuego.

Yo: ¿Tu crees?

Lucía: O lo seguimos o nos quedamos a oscuras. Tú decides.

Yo: Sí, mejor vamos a seguir la llama.

Lucia: Querrás decir fuego.

Yo: Lo que sea.  

Comenzamos a seguir a la llama. Parecía como si nos quisiera guiar hasta a un sitio en concreto, o hasta a alguien. Estuvimos un rato caminando y siguiendo la llama, tiempo que aprovechamos mi prima y yo para ponernos al día sobre nuestras cosas. De repente la llama se paró en frente de nosotros. y salió volando hacia arriba hasta que con su luz logramos divisar una puerta de metal la cual en su cima tenía escrito: "ATMOSFEAR". Esa puerta tenía un papel en el cual estaba escrito un pequeño mensaje. Arranco la hoja de papel de la puerta y la leo en alto:

   "Si queréis salir de aquí tendréis que jugar a un juego, y si estáis decididos a jugar es tan sencillo como pasar por la puerta y seguir las instrucciones. Pero eso sí, TENDRÉIS QUE JUGAR SEGÚN MIS REGLAS, YA QUE YO DIRIJO ESTE SITIO Y EL JUEGO AL QUE JUGARÉIS PARA SALVAR VUESTRAS PATÉTICAS VIDAS. y en caso de que vosotros fétidos gusanos os neguéis a jugar ... OS QUEDAREIS ATRAPADOS AQUÍ PARA SIEMPRE HAHAHAHAHAHA. La decisión es vuestra."