—¡Amiga! — habló alto —¿Es que no estas satisfecha con sufrir por Adrien?, esto está mal, no porque él esté fuera de tu alcance deberías darle atención a su primo que es casi idéntico.

—¡No es eso! — exclamé un poco molesta por las suposiciones apresuradas de Alya —. No es eso — bajé la voz —. Es solo que recordaba cuando lo conocímos y lo que hizo.

— Pues sí, es un niño mimado — restó importancia.

—Pero Adrien lo quiere mucho.

—Sí, tal vez Adrien no se da cuenta que su primo no es muy agradable, ya sabes que es todo un tonto, prefiere hacer lo que otros esperan que haga, como andar con Kagami por ser rica y perfecta — torció los ojos y empezaba a exaltarse con solo nombrarla.

—Alya — la miré casi suplicando que no empiece con la retahíla de insultos hacia Kagami.

—Lo siento, es que me da tristeza y rabia al ver que  aun sigues enamorada de ese tonto y ya él está feliz, en Japón con tu amiga Kagami — apretó los puños conteniendose lo que mas podía.

—Estas... — desvíe la mirada de Alya —. ¿Estas segura que fueron juntos como pareja?

Alya se apretó el tabique como si estuviera hablando con alguien que era caso perdido y no se alejaba mucho de ese pensamiento, aunque de todas formas me contó.

—Nino le preguntó si hay algo más que una amistad entre él y Kagami y le respondió que pronto serán más que amigos.

Entonces sonreí triste, sentí en mi pecho un vacío que me atraía a sumergirme en él hasta lo más profundo y no salir nunca más de allí, refugiarme en mi penumbra hasta desaparecer por un tiempo.

Pero Alya notó que aquello me había dolido lo suficiente como para postrar mi mirada al suelo. Entonces sentí sus brazos apretarme con fuerza conteniendome por una noticia que estaba tardando en llegar.

—Cambiemos de tema ¿Sí? — me tomó de las mejillas que estaban coloradas de hacer fuerza para retener alguna lagrima —. No hablemos de rubios bobos y deportistas estiradas, mejor mira — de su chaqueta sacó un sobre y en su interior había una pequeña foto gris.

—Eso es — me entregó la imagen y la analisé detenidamente sin entender mucho pero sí muy feliz.

—El primer ultrasonido de mi bebé — dijo tímida, pero podía sentir el orgullo en su voz mientras acariciaba su vientre.

—Alya, estoy tan feliz — la abracé fuerte y la sentí temblar.

—Esto es duro, pero con Nino apoyándome todo el tiempo sé que lo vamos a lograr.

—¿Aún no se lo han dicho a sus familias?

—No, pero estamos planeando a que padres contarles primero, si a los de Nino o a los míos antes de que deje de ser un pequeño frijol.

Me sentí feliz por ella. Recordé lo que Chat Noir me había contado sobre como iba a cambiar la vida de mis amigos y de como ese bebé sería la adoración de ambas familias.

Entonces no pude evitar pensar en mi futuro siete años después, solo sabía que yo ya estaré con un bebé en brazos por estos meses.

Sonreí al imaginar todo y al mismo tiempo sentí que todo se acomodaría de tal forma en la que todos podamos encontrar la forma de ser felices.

Pero por ahora no todo podía ser felicidad.

—Marinette — pude ver a mi madre dentro del parque desesperada seguramente buscándome —. ¡Marinette! — gritó.

✵Por ella Otra vez✵[Marichat / Lukanette]Where stories live. Discover now