Nadie me entiende (1/7)

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Laura entra nueva en el grupo, no sabe porque está allí, ni porque se ha dejado convencer por su madre. Está en la sala de espera, a su alrededor hay varios chicos y chicas de unos 20 años. Edad similar a la que ella tiene. Todo empezó el día que acabó las clases de bachillerato y decidió que no se iba a presentar a la EVAU, prueba de acceso a la universidad, ya que había mucha gente que le decía que para eso no iba a valer. Al principio decidió hacer un grado superior de administración de empresas, pero al mes y medio lo dejó porque ni le gustaba ni le motivaba. Su madre se supone que está muy preocupada por ella, pero no entiende lo que ella siente. Laura no está loca, ni desmotivada, simplemente es que conoce las capacidades que tiene. Sus amigas le dijeron que se metiera a la universidad, que confiaban en ella y que hiciera algo que realmente la gustara. Laura siempre ha querido ser pediatra, pero el día que se enteró que tenía que hacer medicina y que no era una carrera aparte se olvidó de esa posibilidad dentro de su vida. También se dejó influenciar por esos profesores que le decían que se metiera al bachillerato de ciencias sociales, ya que en ciencias puras no iba a sacar buenas notas. Al principio, el bachillerato que había escogido no le gustaba, pero después, vio que la economía no se le daba tan mal y que tenía muchas salidas, así que decidió hacer un grado superior de marketing y publicidad. El primer día de clase, llegó tarde ya que al cambiar de centro no se conocía el lugar. Laura entró en el salón de actos y todo el mundo se le quedó mirando, al principio, pensó bajar la cabeza, pero les miró desafínate y se sentó en última fila. Los primeros días, fueron bastante largos, ya que no se llevaba con nadie y no le gustaba lo que estaba dando. Posteriormente, a la segunda semana consiguió hacer un grupo grande de amigas, que tenían las mismas aficiones que ella: salir de fiesta y estar con chicos. Laura, en su momento, tuvo algunos líos, pero nunca se lo dijo a su madre ya que no pasó nada más allá de un par de besos. Es hora del que el grupo pase, se ponen todos en círculo y Laura los imita, cómo es costumbre cuando viene alguien nuevo al grupo se levantan se presentan y dicen porque están ahí: unos están porque han sido maltratados, otros porque tienen ansiedad social o algún TOC. Cuando llega el momento de Laura, se presenta peri no dice porque está ahí. Juan, el orientador-psicólogo del grupo, le dice que lo diga sin miedo, que aquí todos somos iguales, que nadie nos va a juzgar porque aquí todos tenemos nuestros problemas. - Mi madre dice que no me motiva nada, que no estudio, pero si quiero vivir la vida ¿Qué problema hay? Juan la mira, pero no dice nada ya que es la primera sesión y no pretende que se abra así de rápido. Después de eso le pide a Laura que durante la semana escriba un diario con lo que ha sentido cada día y porque y que la semana que viene se lo traiga para dárselo. Este grupo se junta todos los sábados por la mañana, por lo que va a tener que dejar de salir de fiesta los viernes, menos mal que no son los domingos, ya que debería dejar de salir los días buenos, los sábados. Ese día por la noche va a una discoteca con su mejor amiga Coral y su amiga Marta. Laura estaba deseando que llegara ese día ya que siempre que sale de fiesta consigue liarse con algún chico guapo. Están casi toda la fiesta juntos y deciden intercambiarse los Instagram para poder quedar otro día. El domingo cuando se levanta no hay nadie en casa sólo una nota de sus padres diciéndola que tiene sopa para comer y que ellos volverán para la cena. Mira la hora, es la una de la tarde, y de repente de entran muchas ganas de masturbarse, son muchos meses sin novio. Así que saca su satisfrayer pro 2 y se lo pone en el clítoris. Después de su orgasmo se queda profundamente dormida. Cuando despierta ve que son las ocho de la noche, sus padres volverán en una hora y no ha pasado el aspirador. Lo pasa rápidamente metiendo la suciedad que no aspira debajo de los muebles y se va a la ducha. Cuando está saliendo de la ducha, llegan sus padres, que dejan las cosas en la habitación y van a cenar. Al abrir la nevera ven que Laura no se ha comido el puré de calabacín. - Te tenías que haber comido esto- dice su madre- Lo vas a tener que cenar- - Vale- contesta Laura con desgana- aunque no tengo mucha hambre. Su madre está aún más preocupada desde que ha empezado la universidad no le motiva nada, cada vez come menos y está más delgada. Ellos ya no pueden hacer nada más, sólo espera que el grupo al que está yendo le funcione.

A pesar de todo estoy contigoWhere stories live. Discover now