Una noche de invierno

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Ojalá pudiera empezar por el final, porque ese siempre debió ser el principio.

Hay tantas cosas que nunca supiste de mi, pensaba contártelas el día que volvieras, ya que no puede ser así tratare de sacar todo lo que siento escribiendo él porque estoy aquí, las cosas que pase para llegar a conocerte y mi verdadera historia que sabía que algún día tenía que decir.

Mi nombre es Adeline Garza no, mi nombre no tiene nada de especial pero siempre me gusto, era original. Nací un 24 de enero de 2001 un día después que tú, en el mismo hospital que tú. Probablemente estuvimos en las mismas incubadoras en las primeras horas de nuestras vidas, probablemente nuestros padres nos observaban al mismo tiempo detrás del vidrio. Mis padres son de origen latino y yo me sentía orgullosa de eso. Además ellos siempre se ganaron la vida de forma honrada para darle lo mejor a mi hermano y a mí. Era el segundo bebé en la familia, antes de mi nació mi hermano Jonathan. Tenía 3 años cuando yo nací, pero hablare de él mas tarde.

Mis primeros años obviamente no los recuerdo pero mi padre decía que era una bebe demasiado inquieta, siempre debía haber alguien cuidándome si no probablemente me haría daño. En sí toda mi infancia es algo borrosa pues me obligue a olvidarla, a pesar de que era una niña querida y consentida, mi familia siempre fue unida, familia de película o al menos así la recuerdo yo. Salíamos los domingos que era cuando mi padre descansaba, a veces al zoológico, a comer, al parque de diversiones, los lugares eran variados y siempre divertidos. Era feliz en esos efímeros años de mi vida. Pero todo cambiaría esa noche de diciembre.

Ese domingo no salimos, ese domingo nos quedamos ayudando entre los cuatro a armar el árbol navideño. Cuando terminamos nos tomamos una foto con la cámara instantánea de mi mamá, los cuatro sonreíamos. Después de esa foto mi papa nos dijo que tenía una noticia para nosotros sus hijos. Señalo la panza de mi mama, no entendimos lo que nos estaba tratando de decir.

"Su madre y yo hemos pedido otro bebé" aun recuerdo la forma tan feliz y emocionante en que lo dijo. Todos nos alegramos de inmediato, un nuevo niño estaba en camino, la familia seria más grande y habría más amor, o eso pensaba a los seis años de edad.

Mi hermano Jonathan practicaba fútbol, era bueno. Recuerdo que ese día lo acompañamos a su juego mi madre y yo, mientras que mi papa se fue a su trabajo debido a una emergencia, (mi padre era médico). Jonathan tuvo un muy buen juego anotó dos goles y al terminar el partido un hombre con sudadera de algún equipo de fútbol se acerco a platicar con mi madre, mientras Jona y yo comprábamos un helado.

"Quiero ser futbolista cuando sea grande hermana" Eso fue lo último que recuerdo de él.

No recuerdo a qué hora me dormí, pero recuerdo perfectamente que desperté de una pesadilla alrededor de las 2:30 am. Lo intente pero no pude volver a dormirme, me sentía con mucha energía. Así que baje a la cocina y me prepare un cereal, esto me dio aun más energía. Jugué un rato con mis muñecas y al poco tiempo me aburrí. Me acosté en el sillón y me quede viendo de frente a la chimenea, estaba encendida y con un fuego alto. No se me ocurrió otra cosa más que abrir la rejilla de seguridad, comencé a desnudar a mis muñecas y a lanzar la ropa al fuego. En ese momento parecía algo novedoso, ver como la tela se desintegraba por las altas temperaturas. Así que decidí lanzar una de mis muñecas desnuda, el impacto hizo que uno de los troncos rodara por la alfombra y rápidamente se comenzó a quemar por completo. No supe que hacer, mi gran idea fue ir por agua a la cocina para mitigar el fuego, pero cuando regresé éste ya se había esparcido a toda la sala, el agua fue inútil y el humo negro se acumulaba en toda la casa. Me disponía a subir las escaleras y avisarle a mi mama, pero el fuego ya las había envuelto. No tuve otra opción más que salir corriendo de ahí. En un par de minutos la casa entera estaba en llamas.

Estaba en shock no lloraba, no podía hablar simplemente miraba como todo se iba a la mierda. Minutos después llego mi padre, lo primero que hizo fue abrazarme, llamó a los bomberos e intentó entrar a la casa pero sus esfuerzos fueron en vano. Se tiro al césped y rompió en llanto. Tenía mucho frío, aún no creía lo que estaba viendo.

Raíces Criminales. (Adeline Garza)Where stories live. Discover now