Puedo vivir dentro de ti (Jareth x Uma)

Inquilino (des)inesperado

-Ah, claro - se dijo una vez viendo una ilustración - es que en el libro hay pajarracos como tú. 

Luego de dos semanas el animal mostraba mejoría aunque no se recuperaba y desde entonces se había convertido en una mascota para la bruja del mar. Mascota temporal, obviamente. 

-¡Es tan lindo!- chilló Tremaine mientras se sostenía las mejillas emocionada - ¿Cómo se llama?

-Nunca le puse nombre. Cuando le quiero poner uno empieza a chillar molesto.

-¿Puede entenderte?

-Sí, es un animal inteligente. Tal vez por ser de Auradon tiene la capacidad de comprender el lenguaje humano. En fin, sal, ya es muy tarde. 

Dizzy se despidió y una vez sola se acerca a su compañero quién la miraba con esos curiosos ojos. Dentro de dos días sería el baile de Solsticio de Verano y la idea de ir no le agradaba del todo. Sí, tenía buenos amigos en Auradon, pero ya la situación con sus verdaderos amigos no era lo mismo. Harry y Gil se habían distanciado de ella y parecían no darse cuenta de ello. Gil siempre hablaba de Jay y su amistad, hablaba con otros príncipes y se volvió demasiado popular por el Tourning, poco a poco empezaba a olvidar sus modales de pirata y se volvía más encantador que el mismo Encantador, aunque tonto. Era querido y eso siempre era bueno. Harry por su lado seguía con esa extraña relación con Audrey que Uma no podía descifrar; era una amistad muy cercana, en donde la chiquilla se aferraba y buscaba a Harry por todo y él, como un encantador pirata rompecorazones, se encargaba de estar siempre para ella. Un día, cuando ambos estaban juntos en la cafetería, Audrey llamó a Harry y lo invitó a almorzar en una terraza exclusiva para ellos. Harry parecía dudar.

-¿Qué pasa?

-Es Audrey, quiere que coma con ella.

-Te volviste su guardaespaldas y nunca me dijiste.

Harry no dijo nada y Uma sintió que algo pesado se atravesaba en su pecho. Ver a Gil tener amigos no era malo, que Harry tuviera otra "amiga" no era malo... no, no lo era. Entonces... ¿Por qué siente que se le corta la respiración cuando él pone a Audrey por encima de ella?

-Ven con nosotros.

-Nah, ve. Te invitó a ti. 

Ese día comió sola y por primera vez se sintió abandonada. 

La Lechuza giró su cabeza y ella le dedicó una mirada. Llevó un dedo a su cabeza para acariciarlo pero este erizó el pelaje y desistió.

-Claro, como no te leí tu estúpida historia hoy. Lo haré esta noche.

Fue a su escritorio y trató de hacer tarea. Las clases siempre le distraían de sus pensamientos.

Pero la bruja del mar no se daba cuenta de que su inquilino la observaba. Los ojos vibrantes e hipnóticos del ave la observaban con tanta intensidad, que en algunas ocasiones ella tuvo un vago presentimiento de que algo sucedía que desaparecía por instantes. Jareth no había desaprovechado el desafortunado accidente a su favor. Desde manipular a la supuesta Hada para que no usara su magia sobre él y descubriera su verdadera naturaleza, o tener que fingir verse y estar herido para pasar un poco más de tiempo en el lugar a pesar de haberse curado con su magia, el rey había logrado estar dentro del entorno de la nueva dueña del libro sin necesidad de tener que verla desde lejos. AL inicio la convivencia no era del todo agradable, e incluso ahora, con ya dos semanas de estar juntos, Jareth no sentía que había una gran afinidad entre ellos. 

Y no lo habría, porque nunca podía apreciar el verdadero ser de la morena.  

Uma era genuina. Ayudaba a los más pequeños y se solía molestar con algunos idiotas, pero había algo en ella no salía a flote, y eran sus más íntimos sentimientos. Vivía molesta, taciturna y siempre pensativa en su habitación. Cuando salía por las mañanas usaba un glamour y la vigilaba cuando iba a clases, cuando comía en el espacioso jardín o bien iba al muelle a revisar las reparaciones de un viejo barco pirata. Verla se convirtió en un pasatiempo que una tarea de investigación. Había aprendido de ella muchas cosas.