Capítulo 26

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· Segunda parte ·

Gary despertó en la mañana, abrazado al cuerpo desnudo de Fauna, lo veía desperezarse despacio, abriendo sus ojitos miel hasta toparse con los suyos, justo frente a él. Sonrió al pasar un dedo sobre su nariz, besó la frente.
La retirada a solas sin que nadie lo notara resultó provechosa para los dos jóvenes, únicos sobrevivientes de una tortura como la de no poder sentir amor.
Gary ya tenía almacenado entre sus cientos de recuerdos, el de su primera vez con la única muchacha que quería a su lado, con la que ansiaba encontrarse al despabilarse cada día.
Fauna se recargó en su cuerpo, sin dejar de acariciar las mejillas. El muchacho paseaba las manos por su espalda.

—No entiendo porqué está prohibido acariciarnos dentro del Criadero —bromeó en voz baja—. Es hermoso.

—Es nuestro privilegio —susurró entre risas. Rozó sus labios con los de ella.

—No quiero que sea la última vez, desearía que hubiera más de éstas.

—Nos reservaremos para más adelante. —Lo besó y se incorporó, cubriéndose con la tela anaranjada que servía de sábana para el joven—. Cuando seamos libres al fin.

La joven se acercó cuando lo vio pararse y recoger la ropa para cubrirse, posó una mano en su pecho. Sintiendo el latido del corazón, lo único que lo diferenciaba de los demás compañeros en el Criadero, a los que les corría sangre en las venas por simple necesidad corporal.

—Te amo, Gary —lo abrazó—. Sabes que te amo desde que supe de ti, desde que éramos niños. ¿Verdad?

—Ahora que lo dices, sí.

Una vez vestidos, salieron de la tienda.
Fiora y Gray bailaban un intento de vals que Levi encontró en alguno de sus muchos cassettes de radio, los veía divertido junto a un grupo de más jóvenes. Notó Gary que las ojeras a falta de sueño desmejoraban su rostro, supuso que Levi tuvo una mala noche por circunstancias desconocidas.

Gray reía y se quejaba, pues su novia lo pisaba accidentalmente con cada paso que daba.

Eso lo volvía una escena chistosa.

—Lo siento —se disculpaba—. Perdón... ¡lo lamento mucho!

—No siento los pies —bromeó su novio—. Es broma... Deja de mirarme así.

—¡Buenos días, Gary y Fauna! —saludó Fiora dándole un último pisotón como regaño—. Les guardé el desayuno... ya se los traigo.

—¡Oh no! —exclamó su hermana—. Yo iré por ellos, dime dónde.

—En la tienda roja —indicó. En cuanto la vio meterse, ella y Gray se acercaron al otro—. ¿Qué hicieron anoche?

—Soy algo tonto pero no ciego... los vi que se fugaban —susurró el gemelo haciendo señas significativas.

—Bueno... creo que eso, es de índole privada personal, ¿no creen? —respondió incómodo entre los dos.

Gray echó a reír a carcajadas junto a su novia.
Golpeó suavemente el hombro de su hermano. Levi se arrimó a donde ellos.

—¿Qué tanto festejo?

—Mi hermano tuvo su primera vez —dijo emocionado—. Levi, dispara tus consejos de cuidados y cómo evitar un par en plena guerra en tres simples pasos...

—¡Gray! —retó Fiora—. ¿No recuerdas...?

—Gary... —pronunció Levi ante su cambio de humor.

—Sabes que no puedo tener niños... que mi línea de descendencia acaba aquí —bufó Gary viendo a Gray—. Ella es la única que podría tener un niño, sin mí incluso.

NHEREOS: Nacer para Sobrevivir © [NHEREOS #1] [✔]Where stories live. Discover now