Y considerando lo mucho que habían pasado para llegar a este momento, todos estaban extremadamente felices por ellos. A pesar de que todo el mundo tenía sospecha de que estaba pasando, Zayn no quiso decirlo hasta que fuera algo certero. El primer trimestre siempre era el más delicado y necesitaba algo de tiempo antes de anunciar la noticia. No quería ilusionarse y que las cosas salieran mal con algo tan precioso para su alfa y para él. Le contó a la familia como el médico le recomendó discreción hasta que pasaran los meses riesgosos, el que su vientre no creciera mucho permitió que pudiera guardar un poco el secreto.

—¡Yo dije que no me he de morir sin ver a mis bisnietos!—El Abuelo Devine destapó una botella de champán, sin querer el corcho impactó contra la nariz de Roman.

Steph soltó una risita.

—¡El tío Roman está llorando!

—¡Es que estoy muy feliz!—Roman se llevo las manos a la cara.—¡Ignoren la sangre, estoy bien! ¡Felicidades!

Niall, quién estaba sentado junto a su alfa, lo miro con diversión.

—¿Tú no estás feliz, Shawn?

—Por supuesto que si.

—Estas apretando los dientes.

—No es cierto.

—¡Eres el colmo, Shawn Malik!—Niall rodó los ojos. —¡Deja de ser tan sobreprotector!

Shawn sentía las mismas náuseas que sintió cuando era un pequeño cachorro alfa y se imaginaba la vida protegiendo a sus dos hermanitos omegas.

Como aquella vez que le pidió a Randy que detuviera el auto porque iba a vomitar.

Su pequeño hermanito, su hermanito dorado tendría un bebé.

Un bebé criando a otro bebé.

Ese idiota embarazo a mi Zaynie. Por segunda vez.

Cuando la voz de su alfa no iba dirigida hacia él, Niall era inmune a escucharla y le enfurecía que se comportara como un alfa de las cavernas.

—¡Felicítalos y ni siquiera pienses en seguir usando esa voz frente a mi!

—Pero, Nini...

—¡Yo ya hablé, Shawn!

Toda la escena paso frente a Harry como un hermoso sueño en el que su familia era feliz y estaba bendecida. Pero no iba a negar que, a pesar de estar agradecido con la Luna por la felicidad de su hermanito, sintió un tremendo dolor en su corazón. Y se preguntó si él tendría una segunda oportunidad para enmendar sus errores también. Lo deseaba, lo ansiaba... le era tan necesario como respirar.

Una de las lecciones importantes que la vida le dio a Harry fue que las palabras pueden ser tan hirientes como un cuchillo. Y como se sentía después de que Louis abandonara la oficina, luego de compartir aquel beso desesperado sobre el escritorio, era prueba de ello. El rechazo del alfa y el enojo que veía en su mirada era desgarrador. Y lo peor de todo es que sabía que se lo tenía ganado.

Harry se llevó una mano a los labios y cerró los ojos, aun podía sentir la calidez de los labios de Louis, el aroma del alfa se quedó impregnado en su ropa, sentía sus fuertes brazos rodeándolo y la desesperada necesidad en sus caricias. Una cosa estaba clara para el omega. Louis podía haber seguido con su vida, conocer nuevas personas, aparentar calma y decir que todo el sufrimiento estaba en el pasado, pero no era así. Cuando entro a la oficina, Louis estaba lleno de frustración y rabia. Las únicas veces en las que Harry lo había visto así fueron… cuando descubrió su infidelidad. En aquel entonces, pensó que al fin todas sus dudas respecto al emparejamiento se habían trasladado al alfa y que Louis ya no lo amaba. Ahora sabía que
significaba este ataque de rabia.

Hermoso, Coqueto y Vanidoso (Larry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora