La anécdota

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Arthur se encontraba muy aburrido, sentado sin saber que hacer en la cafetería, habían tenido junta en la universidad y cancelaron varias clases en diferentes especialidades, entre ellas la de Mera y Arthur, claro también les habían cancelado la clase a otros de sus amigos, pero el punto inicial de ir a la misma universidad era que la amistad de años entre Mera y él no se acabara.

Cosa que había estado pasando lamentablemente, a pesar de todo, no solo por la falta de tiempo, sino también porque ambos estaban desarrollando un círculo de amistad diferente.

Bueno, él lo estaba desarrollando, Mera hablaba con personas y todo, pero sabía que no tenía amigos aun, y no por falta de intentos de los demás. Sabía que su amiga podía ser bastante despistada e incómoda cuando se trata de lugares y gente nueva.

Pero pese a todo quería a su amiga de la infancia a su lado, a quien en algún momento incluso odio, pero gracias a los grandes intentos de su madre terminaron tolerándose, a agradarse, a terminar juntándose para arrojar le fruta podrida al ex abusivo de su madre Atlanna cuando este tuvo el descaro de visitarla un día. Si había algo que los había unido fue la admiración de ambos hacia Atlanna, y claro molestar a Orm, pero eso era otro tema.

Pese a todo eso, Mera seguía sin levantar su vista de los libros que tenía en frente solo leía y escribía, una y otra vez, solo deteniéndose a veces para beber un poco de su café.

- Estoy aburrido.

- Ya mencionaste eso exactamente 12 veces.

- Porque se supone que íbamos a pasar el tiempo juntos, te extraño ¿sabes?

Y por primera vez desde que llegaron a la cafetería Mera dejo sus libros de lado y lo miro, y no fue hasta ese momento que se dio cuenta de las ojeras que tenía, ¿Cuándo había pasado eso? Y lo más importante ¿Por qué? ¿Tanto se habían alejado que Mera ya no le contaba algo que le afligía lo suficiente para quitarle el sueño?

- Lo sé, y lo siento. Pero realmente tengo que estudiar para este examen, y terminar este proyecto.

- ¿Necesitas ayuda? No soy de tu misma carrera, pero creo que puedo ayudarte, aunque sea un poco, estamos en tercer semestre y no debe de estar tan avanzado el tema.

- No, el examen es dentro de una semana y media, y el proyecto es el próximo mes.

La mirada de confusión en su cara probablemente fue lo que hizo que ella continuara sin ni siquiera tener que decir algo. – Estoy adelantando proyectos y todo eso, quiero conseguir una beca y de paso si puedo empezar a trabajar. – Si se puede su cara se volvió más confusa.

- ¿Qué? Espera ¿Por qué?

- Si te lo digo tienes que prometer que no se lo contaras a nadie, y me refiero sobre todo a tus padres.

- Mera...

- Arthur...

Y después empezó uno de sus múltiples concursos de miradas, de esos que tenían desde niño para ver quien cedía primero. Normalmente ganaba Mera, pero su preocupación hacia ella, le daba una determinación que ojalá la tuviera para otras ocasiones. Y para su sorpresa Mera no tardó mucho en ceder, debía de estar más cansada de lo que se miraba. Alejo un poco sus cosas, diciéndole sin la necesidad en palabras que se concentraría en él, pero que también retomaría lo antes posible sus estudios.

- Papá y yo hemos estado peleando bastante últimamente, sobre todo porque yo... Emm... digamos que he roto ciertas expectativas que tenía sobre mí, nuestras peleas han llegado al grado de que me amenazo con dejar de pagar mis estudios si no cambiaba de opinión.

Probablemente mi mandíbula en este momento estaba hasta el suelo de la incredulidad. Oh, por supuesto que sus padres iban a saber de esto, ¡Nereus no podía hacerle eso a Mera! ¡no importaba el tema de discusión entre ellos dos! probablemente lo único que necesitaba era una pequeña charla (cortesía de su madre) y una buena golpiza (cortesía de suya y de su padre). Sin embargo, eso sería para más tarde, ahorita tenía que animarla. Y mirando un poco a su alrededor, para encontrar una idea, no pudo evitar notar a una chica extremadamente hermosa a solo unas pocas mesas.

WonderMera One-ShotWhere stories live. Discover now