T R E S

459 75 0
                                    

Debo admitir que me olvidé un poco de mi ansiado tercer amor, tal vez se debía a todos aquellos fallidos amores que llegue a tener o solo porque no quería forzarlo, de cualquier modo eso no evito que disfrutará de mis pequeñas relaciones.

Aunque justo cuando terminaba mi segundo semestre de artes escénicas lo conocí, no sabía que estudiaba, solo que se juntaba junto al grupo de baile, así que me gustaba verlo de vez en cuando.

Nunca hice nada por acercarme a él, para mí gusto era un poco raro, solo lo veía divertirse con aquel grupo, porque fuera parecía ser alguien más bien tímido, pero sin duda eso tal vez solo le había ganarse más vistas de las que debería.

La primera vez que hablamos fue cuando un profesor no hizo hacer una obra de teatro, un musical mejor dicho, me había tocado ser el actor secundario, no me molestaba tanto como a las chicas, pero había un pequeño problema, yo no bailaba.

Eso solo logro que MooBin se acercara a mi, pareció bastante tímido la primera vez que me habló.

— Yo te enseñaré a bailar, verás que no es tan difícil.

— Estaré agradecido por eso, Binnie.

Debo admitir que su nerviosismo fue lo que más me gustó, así que ambos comenzamos a pasar más tiempo juntos.

No fue difícil aprender con él, no solo tenía una gran paciencia para alguien con dos pies izquierdos, su compañía era lo más agradable de todo, así que pasamos de solo vernos en la escuela a ir a comer juntos, a regresar a casa o solo caminar perdiendo el tiempo.

Me gustaba su compañía, era fácil reír con él, conversar de cualquier cosa y sobre todo las cosas podían ser tan espontáneas. Perdernos en el metro, marcharnos al comer, bromear entre nosotros, todo parecía ser tan íntimo, pero no por eso extraño, había veces donde incluso buscaba su mano para sostenerla, solo, solo lo quería a él.

Durante el festival de la escuela mostramos nuestro musical, fue todo un éxito, así que no pudo evitar el lanzarme a MooBin y besar su mejilla por agradecimiento, todo había sido excelente por él.

No por eso nos alejamos, seguimos más que juntos, tanto que incluso me era incómodo una confesión, ya no era el mismo niño de antes, por lo que pude rechazarles, solo no quería a nadie más conmigo ahora.

Sin pensarlo cada día pasaba más tiempo con Binnie, buscábamos el modo, nos enviabamos miles de mensajes, hacíamos largas llamadas hasta no poder más, y aún así me sorprendió cuando lo dijo.

— DongMin, me gustas.

Fue después de comer helado que lo dijo, tranquilo, serio, pero solo hizo latir mi corazón como si fuera la primera persona en decirlo.

Amores - BinWoo Where stories live. Discover now