Breaking up por whatsapp.

Te tomé de la mano y te besé como cualquier día donde lo único que deseaba era verte para tomarte de la mano y besarte. Platicamos como cualquier día y al finalizar, cuando el sol se metía, te dejé en tu casa sin saber que no te volvería a ver.

En tiempos actuales, solo hace falta un sticker para sentir a tu pareja, antes un zumbido, después algo más; algún sticker con zumbido o un emoji que baile, lo que venga en tendencia.

Una pequeña discusión que sube de temperatura hasta convertirse en algo feo y doloroso. El fuerte ruido del trueno antes del silencio total. No sé cómo empezó, pero sé cómo terminó. Y yo que creía que me daría igual si te ibas, pero ya sé que no es así.

Trato de no pensar en eso y verme duro. Con la experiencia que cargo desde antes de ti puedo ignorarte casi todo el tiempo, pero no puedo evitar cuando estoy con amigos o caminando por la calle detenerme de repente porque te cruzaste por mis pensamientos. Entre más trato más jode el demonio de la culpa diciéndome que lo mejor sería acercarme a ti y escribirte un hola para ver si me respondes.

Yo sé que no lo voy a hacer porque terminó todo tan feo ¡Que tristeza! No sé qué hayas sentido ni que se haya cruzado por tu mente al leer ese último mensaje. Sólo vi la hora en que lo leíste y al esperar tu respuesta se fueron acumulando los días y semanas hasta darme cuenta de que ya no ibas a responderme. ¿Corrieron lagrimas? ¿Saliste de fiesta esa noche y cogiste con algún desconocido? ¿Sentiste algo?

No lo sé y no lo voy a saber porque ya pasaron meses desde que te vi y un par de días menos desde que te leí.

Lo único que quiero es que estés bien. Me hubiera gustado ver tu hermosa sonrisa otra vez y ver tu rostro envejecer con el tiempo sin que perdiese ese brillo loco que mostraban al verme, con esa risa nerviosa y ese cruce tembloroso de piernas.

No sé si te vuelva a ver, yo espero que no. Ya vendrá otro código binario que te haga suspirar igual que yo lo hice (Tal vez varios en forma de sexo casual). Con los mismos stickers y la misma apariencia, con el mismo pitido al recibir la notificación y la misma animación al abrir los buenos días de alguien diferente que luzca igual a mí.

- Vidrio y papel.