-Estás perdiendo mucha sangre.- dijo señalando mi hombro.

-Esa maldita cosa casi me arranca el brazo, si no hubiera sido por ti... ahora mismo estarías aquí tu sola.- dije tratando de mirar la gravedad de la herida.

-No hubiera podido dejarte ahí.-

Dejé de observar mi herida para prestarle toda mi atención y luego mencionar.

-Escúchame bien Hange, si algo así vuelve a suceder, no importa si estás conmigo o con alguien más, tu prioridad es permanecer con vida y ponerte a salvo. Eres una parte demasiado importante para la legión como para perderte en un altercado sin sentido. Así que no vuelvas a arriesgar tu vida por alguien tan estupido como lo fui yo.- terminé con severidad.

Ella nunca dejó de observarme.

-Y yo te repito que yo nunca te dejaría.-finalizó.

La miré con el ceño fruncido por las tonterías que acababan de abandonar sus labios y al tratar de replicar su comentario ella cortó rápidamente cualquier cosa que fuera a abandonar mi boca y abriendo un bolsillo de su chaqueta sacó una venda.

Se acercó a mi con paso firme y comenzó a unir la zona que anteriormente había dividido el titán en mi hombro, mientras yo siseaba debido al escozor por su brusca actitud.

Apretó con entusiasmo la venda alrededor de mi hombro hasta el punto en el que creí que si seguía ejerciendo presión probablemente me desmayaría por el dolor.

Soporte lo mejor que pude aquellos primeros auxilios y cuando ella se alejó, me dedicó una mirada llena de preocupación.

-Es necesario que detengamos el sangrado, así que puede que duela pero ya no estarás en peligro de muerte.-

-Maravilloso.- dije tomando una  bocanada de aire.

Busque un tronco a mi alcance y pegue mi espalda a él, ahora no solo ardía, también punzaba... tenía que hacer un enorme esfuerzo por pensar en otra cosa, en distraerme para no pasar por aquello.

-¿Cómo se encuentra tu pierna?.- dije con los ojos cerrados.

-Bien, seguramente fue solo una torcedura.-se atrevió a mencionar sin ni siquiera emoción en su voz.

-Lo que te dije era en serio, Hange. No puedes exponerte así de nuevo.-

No la sentí llegar a mi lado, lo que si pude sentir fueron sus dedos hundirse en la piel del hombro que tenía lesionado.

-¡Aahh!.- solté demasiado alto para mi gusto.

-¿Qué mierda te pasa?,  me das primeros auxilios y luego hundes tus uñas en la herida, ¿que clase de pensamientos son esos?.- dije sin fuerzas mientras deslizaba mi espalda por el tronco hasta quedar sentado en la tierra.

-Eso te pasa por seguir hablando idioteces, mientras tenga la oportunidad de hacer algo por ti, lo que sea entonces voy a quedarme. Eso mismo fue lo que trataste de hacer hace algunos momentos con nuestros equipos, ¿o no?.- había burla en su voz.

Yo solamente me estaba concentrando en no morir en ese instante.

-Si quieres venir a dar consejos entonces primero aplícalos en ti mismo, y evita que cosas como esa te sucedan.- volvió a hablar mi compañera mientras tocaba levemente mi hombro, ahora solo con la yema de un dedo.

Suspire, la cabeza me dolía como si me hubiese dado de lleno contra el suelo desde gran altura, pero estaba seguro de que se debía al gran esfuerzo al que estaba sometiéndome yo mismo por tratar lo mejor posible de soportar el dolor.

-Levihan- OneShots en EdiciónWhere stories live. Discover now