L͜͡i͜͡t͜͡t͜͡l͜͡e͜͡ B͜͡a͜͡b͜͡y͜͡ | ᶠᵉˡⁱˣ ʰᵃʳᵉᵐ

|"Gumny"|

era sábado, día en el que a Minho le tocaba hacer las compras y justamente estaba en eso

—leche, cereal, pan y...— se quedó pensando a mitad del pasillos —debí haber hecho la lista— dijo haciendo un puchero

Minho se dirigió al pasillo de dulces y ahí vio al chico más hermoso que pudo ver en su vida, y no, no estaba viéndose a un espejo, vio a Lee Felix tomando una bolsita de gomitas de ositos

—Lix— habló Minho con una sonrisa —¿qué haces aquí, lindo?— Lee menor se sonrojó

—v-vine por gomitas, noona se comió las mías— dijo con un puchero, Minho sonrió

—venga, te invito una bolsa extra de gomitas— los ojos del menor se iluminaron mucho y sonrió en grande

—gracias, Minho hyung— tímidamente, el australiano se acercó a donde estaban sus otras gomitas favoritas

Lee mayor estaba encantado viendo a Felix feliz con su otra bolsita de gomitas, le encantaba verlo feliz, porque de esas pocas veces que lo había visto sonreír se había enamorado de esa hermosa sonrisa.

★

Felix y Minho salieron de la tienda, después de comprar algunas cosas del mayor, y Minho se había ofrecido a acompañar al menor hasta la puerta de su casa y asegurarse de que llegara bien

iban caminando hablando de temas triviales, hasta que comenzaron a hablar de amor y Minho le preguntó a Felix lo que a él le interesaba

—¿actualmente te gusta alguien, Lix?— el menor lo pensó un poco, y recordó al chico misterioso de linda voz con el que chocó en su primer día de clases

—creo que si— pensó un poco —¿puedo enamorarme de su voz?— Minho sonrió

—es mejor primero enamorarse de su forma de ser y luego de su físico— Lee coreano acarició los cabellos de Felix con ternura

—¿a usted le gusta alguien?— Felix miró al mayor con intriga, Min tragó saliva con nerviosismo

—sí, pero parece indicar que esa persona no gusta de mi— sonrió triste —porque al parecer le gusta alguien más— ahora Minho miró a Felix

—bueno... dale gomitas, eso conquista a muchas personas y es menos cliché que el chocolate— aconsejo Lix con una sonrisa

—le acabo de dar unas gomitas— Minho temió a la reacción de Felix y volteó la mirada a otro lado

—¡wow! espero te corresponda, hyung— dijo Felix sacando las llaves de su casa —gracias por traerme y por comprarme las gomitas— dijo para luego darle un beso en la mejilla a Lee mayor.

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Lee iba de camino a su casa, pensando en lo que acababa de ocurrir.