Call out my name ; Ruel Van Dijk [Completa ✓]

Capítulo 5.

Capítulo 5.
Rool el olvidadizo.

RUEL'S POV:

Desde que terminé de curar a Alexia ella me ignoró por completo. Si yo reía levemente por algo que ella decía, me miraba por segundos y rodaba los ojos en expresión de fastidio.

Y ahora que lo analizo bien tiene ese humor desde el concierto. En el M y G ni siquiera sonrió o me siguió el juego en las fotos. Dijo que su amiga la mataría si yo no le daba algo, supuse que se refería a un autógrafo pues lo dijo tan frío y cortante que me dejo confundido. No sabía si era una fan mía, si su amiga la había obligado a ir al concierto o si ella me detestaba.

— Te vas a caer —Sylvie pasó frente a mí, la miré confundido siguiéndola con la mirada y me caí. Estaba recargado en el sillón y al estar tan concentrado en mis pensamientos ni siquiera me di cuenta de que me estaba resbalando lentamente.

— Mierda —me quejé —deja de burlarte —bufé cuando ella comenzó a reír.

— Es que te veías tan estúpido —rio más fuerte —. Por un momento pensé que eras Steven.

— Solo estaba pensando.

— ¿Y en qué? —preguntó mi hermana con curiosidad mientras sacaba un cartón de jugo del refrigerador.

— ¿Desde hace cuánto conoces a Alexia? —pregunté sin pensar, me arrepentí enseguida. Aunque al menos no le pregunte otra cosa.

— Conque era eso —me miró picara, rodé los ojos —. Más de tres años, ¿Por qué lo preguntas?

— No lo sé, es extraño que tú, Coco e incluso mamá la conozcan cuando yo ni siquiera recuerdo que la mencionaran.

— ¿Es en serio? —Preguntó incrédula después de beber jugo, asentí sin comprender su reacción —. Deberías crear un alter ego que se llame "Rool el olvidadizo" —rio pasando a mi lado.

— ¿Olvidadizo? ¿Tú qué sabes Sylvie? —Pregunté, pero ella me ignoró — ¡Sylvie!

— ¡Adiós!

Suspiré.

Estaba tan frustrado que me dirigí a mi habitación para relajarme un poco. Pasé frente a la puerta de Coco y escuche mucho alboroto.

— ¡Son unas malditas! —gritó una de las chicas, no pude reconocerla bien porque hablaba extraño.

— Gracias —esa fue Coco, ella reía.

— ¡Desátenme!

— No hasta que confieses —esa era Lessa. Entonces Alexia era la que gritaba.

— Juro que cuando logre desatarme de esta silla lo lamentaran —amenazó Alexia y debó admitir que me aterré por la vida de mi hermana y su amiga, Alexia parecía hablar enserio.

¿Por qué demonios la tenían atada a una silla?

— A menos que puedas quitar también el candado creo que estamos seguras.

— ¿¡También me pusieron un puñetero candado!? —qué bueno que mis padres habían salido a cenar.

— Si, y no te soltaremos hasta que confieses.

— Saben de lo que soy capaz, ¡así que más les vale que me suelten si no quieren morir!

Toque la puerta de la habitación y se escuchó silencio del otro lado de la puerta, luego volvió el alboroto y se escuchó que azotaron una puerta. Después Coco me abrió.