subí capítulo aunque les dije que me sentía mal, pero faltaba poco y no quería dejarles con las ganas, 1000 palabras, disfrútenlo mucho <3
lana se había ido ya y borja sabía que había hecho lo correcto, a pesar de ver algo de tristeza en los ojos
de la anterior nombrada.
suspiró cansado, dirigiendo su vista hacia la casa de al lado, viendo a su lindo vecino que ahora lo que hacía era dormir antes que estudiar mientras que su mascota le picoteaba la cabeza.
tomó el frasco de pastillas que tenía y se lo llevó a su habitación para tomarlos en la noche, con ganas de volver a ver al pelinegro al día siguiente.
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borja despertó con un leve dolor de cabeza y estómago (probablemente porque comió muy poco y tomó la pastilla con un casi estómago vacío) sin embargo, despertó con ganas de seguir viviendo y eso es lo que importa.
hoy era el día, hoy volvería a hablar con su vecino con la excusa de pedir disculpas (lo cual no era de todo una mentira) sobre lo ocurrido con sus cuadros.
podré ser tonto pero no estúpido.
aunque para qué iba a negar que prefería ver esos cuadros rotos que volver a verlos fijamente de nuevo, el de naruto era el único normal de ellos y por eso trataba de poner toda su atención en el mismo.
hasta que lo rompió... ¿es que no podía hacer nada bien?
desayunó todo tranquilo mientras veía cómo el pelinegro salía de su casa hacia la escuela, sintió feo porque él no había usado nada de lo que había estudiado para algo productivo.
si mi mamá me viera me hubiera desterrado y estaría vendiendo limonada en la calle.
tenía suerte de tener la casa aún.
suspiró para ponerse a ver máster chef en la televisión, como una alternativa de pasar el rato mientras esperaba que su vecino llegara de estudiar.
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ya eran algo de las tres de la tarde cuando vio a raúl con lo que parecía ser... ¿sus amigos? uno llevaba falda mientras que el otro estaba sonrojado hasta las orejas gritando algo de que un tal samuel no le metió no se qué y ahí decidió dejar de escuchar.
ahora estaba triste porque desde la mañana estaba planeando ir a hablar con el chico que ahora ocupaba la mayoría de sus pensamientos.
sus ojos se posaron en el chico con falda, se le hacía conocido de alguna forma, pero no recordaba cómo.
en fin, decidió espiarlos mientras tanto, lo cual era sumamente aburrido ya que sólo estaban estudiando, mientras que el de la falda acariciaba al pollito.
lo miraba de cualquier forma menos que con cariño, probablemente esté pensando igual que él: hay que cocinarlo, quiero cocinarlo.
el chico «samuel no me metió tal cosa» estaba hablando y hablando sin parar, acomodándose cada que podía su pelo y gorra.
raúl era el único que no parecía estar concentrado (porque al menos, veía como los amigos del pelinegro tenían la mirada fija en sus cuadernos) lo veía como ansioso.
de la nada raúl volteó y sus ojos se encontraron.
el más pequeño se sonrojó y desvío la mirada, muy tierno.
bajó a tomar sus pastillas, hasta que recibió un mensaje de guillermo.
