Me sentía vivo. Mi pecho permaneció inflado de felicidad, con las carcajadas que no dejaron de brotar de mi boca, como mucho tiempo atrás, tras la huida de mi hermana, no se habían presentado.
Girábamos, Alice, dimos giros como el mundo, a una velocidad intensa que provocaba mareo, pero que no importaba. El mundo ya no nos enfermaba, ya no nos dejaba mareados, al contrario, nosotros estábamos mareando al mundo, estábamos dando giros alrededor de él.
YOU ARE READING
Última parada ✔
Teen Fiction«La historia comienza, cuando dos personas que ni soñaban con conocerse, terminan encontrándose. En el instante menos esperado, pero en el momento indicado.»