Capítulo XX

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Pierce The VeilCircles
~•reproduzcan cada que termine•~

—¡Yo voy primero!— grité tomando la toalla comencé a correr al baño cuando Calum me atrapó y me abrazo evitando el correr o alejarlo— Hood suéltame— me quejé.

—No, dámela— respondió.

—No— reí sacando mi lengua— la tome primero.

—bien, hay que bañarnos juntos— una sonrisa pícara apareció en sus labios, me solté rápidamente— entonces dámela— me miró y rió, alce esta, tomando el brazo de Calum haciendo que cayera al suelo.

—Vaya brazo de spaghetti joven Hood— reí y el se soltó.

—Sí, claro... Aguarda— me quite de el y me levante— ¿Escuchas eso?— negué.

—¿Que cosa?— pregunté cuando escuche la puerta abrirse, Calum tomo mi mano y me murmuro que fuera a la habitación a lo cual me negué.

Escuchamos varios pasos debajo de las escaleras, también escuchamos puertas abrirse, el siguió tomando mi mano y el planeaba bajar.

—Calum— murmuré tomando su mano— no me dejes, estoy asustada.

—Victor no me dejes, tengo miedo— abracé al moreno, el me dió una mirada compasiva y besó mi frente.

—No quiero que te hagan daño— me abrazo— debo cuidarte.

—Debo cuidarte de ellos, sólo me golpearan pero si te acercas pueden dañarte a ti— me abrazo y comenzó a alejarse de mi, tomé su mano pero el se soltó de la mía y se fue.

—Víctor...— musite.

—¿Víctor?— Calum pregunto— ¿Crees que es Victor?— negué el frunció el entrecejo pero se giro para ver por las escaleras— baja detrás de mí, si te digo que corras, corres.

—No, no quiero dejarte.

—No es pregunta.

Ignoré lo que dijo anteriormente y lo tome del brazo, no lo dejaría solo, no cometería ese error, no de nuevo.
Bajamos lentamente, yo tras el, mis piernas temblaban, mis brazos igual, tenía miedo, se lo que era, ya había pasado esto una vez, con Víctor.
Trague saliva y Calum se asomó por la puerta de la cocina.

—Están ahí— Calum murmuró— son tres— tomo mi mano y me llevo a la sala— escucha, no se como entraron, llamaré su atención y tu corres.

¿Esta es la vida real?
¿La vida donde yo seré la chica indefensa mientras los chicos me defienden?.

—No, no te dejare— respondí.

—No quiero que te pase algo— me dió un rápido beso en los labios— escuchamos como salían de la cocina, Cal y yo nos pusimos de cuclillas detrás del sofá— sólo haz lo que te dije— murmuro y se levanto— ¿¡quienes son ustedes y que hacen aquí!?— exclamó.

— Habías dicho que no había nadie aquí— uno de ellos comentó

—No hay problema, solo es uno— Calum caminó hacia ellos—¡Corre! ¡No mires hacía atrás!—Calum gritó mientras corría hacia ellos.

Me levante y corrí hacia la puerta, huí, como el me lo dijo.

—No vuelvas por mi, solo corre— Víctor dijo cuando el líder de lo que parecía una pandilla lo tomó, me fuí corriendo a casa.

No otra vez— me detuve.

—Vic— entré a aquella habitación blanca— siento el haberte dejado.

—yo te dije que lo hicieras, yo me busqué esto, tú no tienes la culpa— acarició mi mejilla.

Veinte puntadas, fracturas, puñaladas.
Ocho chicos y el estaba solo.

—Víctor.

No lo haré esta vez.

Escuche unos pasos cerca de mi, probablemente me había seguido uno de ellos.
Lo ví, realmente joven, quizá solo dos o tres años mayor a nosotros.
Tome la rama de un pequeño árbol y me acerque a el, pasos lentos y suaves, pero mierda, una rama en el suelo, me observó y sonrió.

Mierda.
Mierda.
Mierda.

Saltó sobre mí y me tomó el cabello.

Corre, sal de aquí.

—¡No esta vez!— grité pisando sus pies, solo logre que se enfureciera, me miro con odió y me lanzó al piso de un golpe en mi cara.
Dijo algo que no entendí y me volvió a tomar del cabello acercándome a el.

—Escucha mocosa solo queríamos robar esa maldita casa pero tú y tu amigo arruinaron todo— dijo, yo escupí en su cara y patalee lo cual fue inútil— vaya— se limpio, bueno ¿que te parece? Tampoco es tan malo, me pregunto cuánto pagarán por ti.

Sentí pánico, deje de luchar y le solté un golpe. Logré safarme de el, volví a tomar la rama y lo golpeé.

—Calum— tosí recuperando el aliento, había logrado dejarlo inconsciente, volví a correr.

No mires hacía atrás.

Llegue a la puerta, estaba sucia, mis lábios sangraban, pero me asomé, Calum no estaba, solo había un chico, entré lentamente y me lancé sobre el, lo golpee pero no podía hacerle nada, tome algo, y logre hacer que cayera.

—¡Calum!— me levante y comencé a subir las escaleras.

Estaba llorando.

Abrí cada puerta que estaba en la casa, pero no había nada, sentí un golpe en mi cabeza y caí al suelo.

—auch— me quejé, levantándome.
El lo tenía, Calum.
¡Le apuntaba con una maldita arma!.

—Se buena o quizá alguien aquí pierda la cabeza— ordenó.

—Te dije que corrieras— Calum musitó.

—No iba a dejarte— respondí.

El sólo sonrió burlón mientras me miraba.

—Déjalo, el no ha hecho nada malo—dije, el hombre solo rió.

—¡Ella no ha hecho nada, dejala ir! —Calum gritó.

—Ella es un peligro ahora, nos ha visto.

—El paciente presenta varias fracturas, moretones y heridas de gravedad, tendremos que operar— el médico dijo a los padres de Vic.

—Calum, lo siento— sonreí— si pienso en una vida sin ti, te juro que comienzo a llorar— respiré— pasé lo que pase, te cuidare

—¡Estefania no digas estupideces, estaremos juntos siempre!— sonreí

—lo siento— corrí hacia ellos, logré que soltará a Calum, lo empuje— ¡Corre!.

Escuche un disparó, luego un gritó, el hombre salió huyendo.

—¡Estefanía!— Calum exclamó.

Comenzaba a hacer frío.
Baje mi vista, sangre, era demasiada.

—Mierda—murmuré.

Solo caí al suelo, lo logre, Calum estaba bien, sonreí.
Luego todo se volvio oscuro.

Quédate Conmigo // Calum Hood // Vic FuentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora