Capítulo 17

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Algo me dice que Sadie, muy en el fondo, esperaba dicha reacción de Noah, esto... El no querer ir con ella.

—Crucé todo el manto azul exclusivamente para rescatarte, Noah —explica Sadie— Desde luego que liberaremos a tu hermana y a la madre de Geraldine. Tienes que confiar en mí, yo te... —Se le quiebra la voz y exhala. Aparta la mirada— Ven conmigo, Noah. Déjame sacarte de aquí, ponerte a salvo. Ponerlos a salvo a todos.

—Cuando dices «todos» ¿a quién te refieres exactamente? Porque en esta mansión no solo estamos nosotros, hay bastantes que están obligados a permanecer aquí bajo órdenes espirituales de Aren.

—¡Maldita sea, Noah! ¡Ya cállate! ¿Qué no lo ves? —dice Geraldine— Esta chica te quiere y te va a sacar de este espantoso lugar. Liberará a todos los que Aren controla. ¿Cierto, Sadie?

La pelirroja asiente como si no se le hubiera ocurrido antes, y aquel no era el plan, pero está de acuerdo con ello.

—¡No la conozco, no sé quién es! —expresa Noah— ¿Qué tal si resulta ser como Aren?

Es como si me hubieran dado una bofetada para espabilar y hacerme recordar que no siempre hay que confiar en la primera persona que se te cruza y te promete aquello que deseas y necesitas. Yo, por ejemplo, creí que Finn me hablaba con la verdad cuando nos conocimos, así que decidí seguirle y bueno, acabé en la guarida del mismísimo Aren. Por tanto, desde el punto de vista de Noah, aquel comentario es bastante acertado.

—Yo la conocí en el bosque —continúa Geraldine—, cuando a Millie le hicimos creer que habíamos ido a la zona habitada del pueblo para saber lo que la gente decía sobre Aren, pero en realidad vinimos aquí. Vale, pues de regreso las chicas, Caleb y yo acampamos en el bosque porque nos agarró la noche, y mientras dormíamos, Sadie me visitó. Me contó quién era así como toda la historia que tiene contigo y me habló de sus planes de rescate, supe que era sincera porque me metí en su cabeza, leí su mente.

—Es muy poderosa, Geraldine... —repone Noah; me atrevo a decir que le teme a Sadie.

—Y la gente poderosa suele ser peligrosa —comenta Finn de forma distraída.

Noah asiente a regañadientes y continúa:

—No sabemos cuáles son sus dones, lo cual me perturba un poco. ¿Y si puede manipular la mente? ¿No te has puesto a pensar, Geraldine, que leíste lo que ella quiso que leyeras de su mente y te está manipulando?

Sadie cierra los ojos cansinamente y exhala. No sé por qué no interviene y le responde todas las preguntas de Noah.

—Escucha, Noah —Geraldine está al borde de estallar— no todo el mundo es tu enemigo.

—¡ME BORRÓ LA MEMORIA! —grita Noah apretando los puños, mirando fijamente a la pelirroja— ¿POR QUÉ LO HARÍA?

—Por amor —Hasta ahora Sadie se digna a hablar—, porque encontré el tesoro de Martin Ylönen y adquirí todos sus dones. No podía controlarlos. Y sin querer te concedí el don de ver el futuro, clarividencia —Demuestra su arrepentimiento en cada gesto y cada movimiento.

Las emociones invaden a la pelirroja, supongo que también algunos recuerdos. Las lágrimas la traicionan y es aquí cuando ella me parece más real, tan normal y humana como yo. Sadie ya no me parece salida de un cuento de hadas y héroes.

Se aparta y se abraza a sí misma.

Noah tiene cara de preguntarse si está soñando o esta es la vida real.

—Cuando Sadie te concedió ese don —Geraldine decide continuar la explicación de Sadie—, huiste, Noah. Tuviste miedo de ella y te alejaste. Luego reflexionaste y entendiste que no lo hizo de forma premeditada; Necesitaba tu apoyo y regresaste a su lado, principalmente porque la amabas tanto como ella te amaba a ti. Pero Sadie ya había atacado a sus padres porque no podía controlar su energía ni sus dones telequineticos. Sus padres fallecieron, de modo que decidió irse del pueblo de las Rosas para evitar que alguien más saliera lastimado. Sin embargo, muy convenientemente llegaste tú, Noah, a disculparte por haberla abandonado cuando más te necesitaba y debiste estar para ayudarle a comprender lo que le sucedió cuando encontró el tesoro. Sadie te dijo que se marchaba y te negaste a decirle adiós. Ante esto, los selux le hablaron al oído y le sugirieron borrarte la memoria mediante sus dones psíquicos, sólo así la ibas a dejar ir y no sufrirías con su ausencia.

Feint [Fillie]Where stories live. Discover now