Él negó la cabeza manteniendo una pequeña sonrisa, con las pocas fuerzas que le quedaban. A pesar de tener literalmente el corazón partido pareciera que no le doliera.

──Mierda. ¡Mierda! ¡¡Mierda!! ─maldije cada vez más alto, mi chakra estaba casi al límite y el ninjutsu médico iba desapareciendo. ──. Lo siento tanto, Kenzo. ─lo mire con mi único ojo que tenía. ──. Esto es mi culpa.

──Está bien... no duele. ─me miraba, su brillo se estaba acabando. ──. ¿Puedo pedirte un extraño favor? ─tomó mis manos para dejar de usar el ninjutsu. ──. ¿Me abrazas mientras me voy? Siempre he querido un abraz...

Antes de que terminara lo abrace con fuerza dejando su cabeza descansar en mi pecho.

──Lamento todo esto. ─susurré sintiendo su respiración ser más pausada.

──N-no... te culpes. ─habló entre suspiros. ──. Fue la culpa de Suki... ella... nos...

──Shhh... no hables, por favor. ─pedí. ──. No te esfuerces en decir algo que ya no sirve para nada. ─apreté mis puños al recordar cómo llegamos a esto. ──. Eres un gran amigo Kenzo, eres mi amigo. ─tome su mano con fuerza.

──¿Por qué lo haría...? ─respiraba lentamente. ──. ¿Por qué Yumei? ─me miraba pidiendo una explicación que ni tenía. ──. Acaso, ¿hice algo mal?

──No, no, tú nunca hiciste nada mal. ─aclaré mientras miraba sus ojos. ──. Sabes lo mismo que yo. ─cerré mi ojo. ──. Juró que esto no quedará así, te juro que la mataré.

──No lo hagas, no quiero verte como a Sasuke... no quiero eso para ti. ─levantó su mano acariciando mi mejilla. ──. Despide a Banri-sensei de mi parte, a los chicos... ─soltó una risa. ──. Ahora recuerdo que le prometí una cita a Tenten... ─cerró sus ojos. ──. Me odiara...

──No lo hará. Nadie lo hará. ─le sonreí reteniendo mi llanto. ──. No quiero perderte... ─confesé. ──. ¿Quién intentara hacerme reír en los entrenamientos? ¿Quién se la pasará dándome halagos estúpidos? ─pregunté con una mueca. ──. Si no estas, ¿como se supone que te protegeré de las chicas que te golpean por ser un idiota?

Soltó una amarga risa.

──Tienes que seguir adelante... pase lo que pase siempre te estaré halagando aunque no me escuches. ─acarició mi mejilla con pesadez. ──. Siempre ten presente que esta no es mi derrota, que esta es una victoria más y ahora serán tuyas también. Te prometo que ni muerto voy a dejar de entrenar. ─sonrió. ──. Te estaré observando... siempre... ─dejó salir su último aliento, su mano cayó al suelo mientras el brillo de sus ojos se apagaba.

──¿Kenzo? ¡No, por favor! ─lo sacudía, pero él no daba señas de vida. ──. ¡Kenzo!... Kenzo. ─cerré mi ojo mordiendo mi labio inferior con fuerza.

──Bueno, ya te di tu momento patético con el chico muerto. ─escuche su irritante voz. ──. No te preocupes linda, en unos minutos tu estarás con él.

──¡Vete a la mierda, maldito idiota! ─exclamé levantándome débilmente. ──. ¡Te voy a arrancar tu asquerosa cabeza malnacido! ─saqué mis cuchillas drenando mi poco chakra en ellas.

𝐌𝐈 𝐌𝐄𝐉𝐎𝐑 𝐅𝐀𝐒𝐓𝐈𝐃𝐈𝐎┆Nara Shikamaru Where stories live. Discover now