WWE Imaginas Chica x Chica

TARDE DE FÚTBOL (Alexa x Prota Propia)

Punto de vista propio

Aquel podría ser un Domingo cualquiera. Un partido cualquiera. 90 minutos más que quemar en un cronómetro. Pero no lo era.

Era la gran final. Y no contra cualquier equipo. Era la gran final contra el Lazio femenino, nuestro rival por antonomasia.

"Chicas, ha llegado el gran día" la entrenadora comenzó a hablar, sacándome de mis pensamientos. "No podemos fallar ahora. Se lo debemos a toda esa gente que lleva horas dejándose la garganta animando en el estadio. Y, sobretodo, os lo debéis a vosotras. Si ganamos este título, y contra quién lo ganamos, será recordado por siglos. En vuestra mano está escribir una gran página en el libro de historia del Roma femenino"

Todas nos miramos y asentimos. Formamos un círculo, pusimos nuestras manos en el centro y, a la de tres, las levantamos al cielo al grito de "A por ellas! Equipo, equipo, equipo!"

Después de eso, nos pusimos en fila y comenzó a sonar nuestro himno. Miré mi brazalete de capitana, sonreí y con paso firme, salimos al campo, arropados por todos nuestros aficionados.

Punto de vista de Alexa

"A este paso, no te van a quedar uñas para comerte en la segunda parte"

"Eh?"

"Alexa, tranquila" sujetó mis manos y me lanzó su mejor sonrisa "Van a ganar. Ya lo verás"

"Eso espero. Este partido es muy importante para ella y yo...yo sólo quiero verla feliz levantando ese trofeo"

"La dejaste descansar anoche?"

"Finn!" me sonrojé

"Que todavía te sonrojes con estas cosas...ven aquí, anda!" pasó su mano por mis hombros y me atrajo hacia él, dándome un cariñoso beso en la cabeza "Confía en tu novia y esa zurda por la que se está peleando medio mundo"

Apenas tuve unos segundos para pensar en las palabras de Finn, cuando los acordes del himno comenzaron a sonar.

"Nos toca" dijo Finn levantándose de su asiento.

Todo el estadio al unísono comenzamos a cantar a capella mientras veíamos salir perfectamente alineados a los dos equipos, encabezados por las capitanas de ambos equipos. Por parte de la Roma, mi chica. Y por parte del Lazio, su ex novia. Una historia corta pero intensa, que dejó heridas en su corazón, y que yo me encargué de reparar a base de caricias, besos y 'te quieros'.

Punto de vista propio

Cuando el himno terminó, todo el estadio aplaudió. Como si de un imán se tratara, mi mirada y la de Alexa se encontraron entre el bullicio y nos dijimos cuanto nos amamos con la mirada. Le guiñé un ojo y sonreí, tirándole un beso. Finn a su lado fingía un desmayo y no pude evitar reír. Era tonto, pero era nuestro tonto. Lo queríamos mucho.

"Está bien que rías ahora, porque cuando termine el partido, no te quedarán ganas"

"Ya veremos quién ríe último" nos desafiamos con la mirada durante unos segundos, hasta que el árbitro llegó para el sorteo de campo.

Después de ello, cada una nos fuimos a nuestra parte del campo. El silbato del árbitro sonó, dando comienzo a la gran final.

Éramos dos grandes equipos, que se caracterizaban por tener una gran defensa, por lo que fue un disputado partido, con ocasiones para ambos, siendo estas solventadas con acierto por las defensas.

Corría el minuto 91. Ya apenas quedaban 30 segundos para que el partido finalizara e ir a la prórroga, cuando aproveché un rebote para encarar el área rival con gran velocidad. Éramos sólo la portera del Lazio y yo. O eso creía, hasta que noté como un pie impactó en mi tobillo derecho, haciéndome caer dentro del área, retorciendome de dolor.

"Donde te creías que ibas, cariño?" fueron las palabras que pude escuchar antes de que una gran trifulca se armase a mi alrededor. Mis compañeras querían comerse literalmente a mi ex, reprochandole la dureza de su entrada. No fue fácil, aunque la entrada de los médicos ayudó a que todo quedase en un conato.

"Tengo que pedir el cambio" el médico comenzó a hablar "Tú tobillo no..."

"Por favor, no lo hagas. Es la última jugada" prácticamente le rogué al equipo médico "Sólo lanzar el penalti y se acabó. Después seré toda vuestra, lo prometo"

"Eres una cabezota. Pero eres nuestra capitana cabezota" dijo el médico "Te voy a aplicar este spray para que deje de dolerte durante un rato, pero después..."

"Después no importa. Importa ahora"

Me incorporé con ayuda de mis compañeras y del aplauso de toda la afición. Apoyé poco a poco, comprobando el dolor que sufría. Coloqué el balón en el punto de penalti y me separé unos metros, con la mirada fija en la portería.

El estadio se quedó tan en silencio, que podría oír el sonido de mi corazón desbocandose dentro de mi pecho.

El árbitro pitó. Suspiré y comencé a correr hacia el balón. Le pegué con el alma, más que con ese tobillo maltrecho, y el balón se adentró en la portería.

"Goooooooooooool"

Después de marcar el penalti, el árbitro pitó el final del partido. Todas comenzamos a celebrar. Nos abrazabamos y llorábamos de emoción. Lo habíamos conseguido.

Minutos después, cogí la copa, le di un pequeño beso antes de colocarme entre mis compañeras y levantarla, momento en el cual los confetis y el famoso 'We are the Champions' inundaron el estadio.

Estuvimos celebrando con nuestra afición durante un largo rato antes de volver a los vestuarios. Como ya era costumbre, siempre era la última en irme, así que cuando Alexa llegó, estábamos solas.

Nos abrazamos durante unos minutos, tan fuerte que ni el mismísimo Hulk podría separarnos.

"Juro que voy a matarla" dijo mirando mi tobillo, ahora con hielo en él.

"Estoy bien"

"Lo dices para que no vaya a la cárcel" reí

"Me has pillado. El traje de rayas te quedaría fatal. En el fondo lo hago por ti, eh?"

"Perdona, pero a mi todo me queda muy bien" vaciló un poco 'Me quedé contigo, y yo diría que me veo genial"

"Cómo eres tan bonita?"

"Lo mismo puedo preguntarte"

Comenzamos a besarnos apasionadamente, hasta que un pequeño carraspeo nos hizo separarnos.

"Siento interrumpir. De hecho, podéis seguir por donde íbais? Me he equivocado completamente" bromeó Finn, haciendo que Alexa y yo rieramos

Como ya he dicho, Finn era nuestro tonto. Y Alexa era mi perfecta novia. No podía pedir más.