Capítulo 37 "Bandera blanca."

Depuis le début
                                    

Oh, no. Él no podría hacer algo como eso. Entiendo porque lo hiciste y estoy segura de que el también comprende, cielo. Murmura un suave sonido de asentimiento, no demasiado convencido. Iba a llamarte en cuanto llegó aquí, conmigo... pero me pidió tiempo. El... necesitaba pensar en muchas cosas.

Sí, entiendo.

Me pidió que te llamara. se sobresalta un poco, y su mano que jugueteaba con el cable, se detiene Yo... no sé qué tan pronto puedas venir. No sé si puedas venir. Pero TaeHyung quiere verte, YoonGi.

Buscaré boletos y volaré esta noche.

Lamento todo esto... ¿Tienes algún lugar donde anotar la dirección exacta? el rubio frunce el ceño con extrañeza. Conocía la casa de TaeHyung en Daegu... no necesitaba una dirección.

Ah... sí... un momento por favor... desbloquea con rapidez su móvil y abre las notas Sí... presiona sobre las letras y no puede evitar entrecerrar aún más sus ojos cuando relee la ubicación. Ha estado ahí con TaeHyung. Pero de paseo, si mal no recuerda, queda cerca de una playa.

Gracias por... tomarte todas estas molestias. Sé que no es sencillo solo buscar un vuelo de un día para otro, tu trabajo y...

Descuide, por favor no se preocupe. No es una molestia. Llegaré lo más pronto posible.

Gracias, YoonGi. YoonGi, TaeHyung te ama. Por favor, no dudes de algo como eso.

Lo sé. También... yo lo amo. ¿Usted lo sabe? — su voz suena ligeramente aguda ¿cierto? Sabe que lo amo. Solo... apenas un susurrosolo quiero ayudar.

Yo lo sé... la voz de la mujer se quiebra. No queremos cosas diferentes, YoonGi. asiente. Claro, no. Ambos no querían cosas diferentes. Era la madre de TaeHyung. Era imposible que ambos no quisieran lo mismo. El aire comienza a sentirse pesado. Irrespirable. No. No puedo. No puedo llorar ahora. Debo ir. Te veré pronto.

Sí, hasta luego.

Adiós.










Las agujas del reloj avanzan a gran velocidad. En cuanto sus ojos azules caen sobre ellas, JiMin aparta la mirada lo más rápido posible. No ha dormido en toda la noche. Pensando. Nerviosismo, ansiedad. ¿YoonGi me odia? ¿Querrá verme? ¿Será buena idea ir y actuar como si nada hubiese pasado?... ya no querrá ser mi amigo. Y una y otra vez, la suave voz de su conciencia sopla entre sus pensamientos; No debiste hacerlo, Park JiMin. Fue muy pronto. Ni siquiera podía decir que se arrepentía, porque si hubiese una historia completamente diferente en la que existiese una posibilidad de viajar al pasado y cambiar lo que ocurrió, si estuviera en sus manos deshacerlo todo; la primera mirada, la primera sonrisa real del pelinegro, la primera comida juntos, su amistad, la risa de YoonGi, el momento exacto en el que se enamoró de su mejor amigo... JiMin lo sabe, no sería capaz de hacerlo. YoonGi... ha mejorado tanto junto a él, quizá solo cambiaría el beso. Aquel segundo en el que se había permitido ser egoísta al mostrar sus sentimientos.

Sigue girando. El tiempo sigue corriendo, resulta imparable y tan veloz como los latidos de su corazón sepultándolo en angustia. Dios, es el primer amigo que tiene allí desde que se mudó, porque no pudo solo... Ah, mierda, me hubiese enamorado de él de todas formas, dice en voz baja ocultando su rostro tras sus palmas.

Happy  │Yoonmin-JimSuOù les histoires vivent. Découvrez maintenant