Capítulo 14 "Una cita con Park JiMin".

536 85 16
                                    

De pie frente al espejó del baño, YoonGi admira sus huesudas clavículas con el ceño ligeramente fruncido. Infla un poco las mejillas y hay un puchero en sus labios, antes de que su índice pique una de ellas con suavidad, percibiendo así, el hueso del pómulo bajo la tersa piel.

Cómo... cómo puede ella pensar que soy atractivo... susurra para sí mismo, notando su obvia delgadez. El pálido termina rápidamente de enjuagar su rostro y lo seca en la afelpada toalla blanca que aguarda colgada al lado del lavado. Desordena un poco sus mechones y abotona la sencilla camisa azul pastel de manga corta. Mírame Tae, ¿Qué diablos voy a hacer? ¿Hmm? – susurra mirando su reflejo sin mucho interés — Coaccionado por el estúpido de JiMin, como si fuese buena idea salir con esa pobre chica...

Termina de atar los cordones de los tennis de mezclilla y mientras limpia un poco con sus palmas la tela de los jeans clásicos, el sonido de unas campanitas hace que suspire profundamente. YoonGi se dirige a grandes zancadas hacia la puerta de la entrada.

Me gusta tu timbre, hyung.

El rubio frente a él, lleva una camisa también de manga corta en un suave tono durazno, jeans azules y unos sencillos tennis blancos, sostiene en sus manos un bonito ramo de margaritas envuelto en papel traslucido atado por un listón amarillo.

Hola a ti también, JiMin. saluda inexpresivo. No, descuida. Estoy bien, aunque tenga que pasar mi sábado con una desconocida y contigo únicamente por culpa tuya.

Vas a empezar de nuevo hyung... —se queja, rodando sus azules ojos pudiste ser solo tú y ella.

¡No quise ser solo yo y ella! ¡No me siento cómodo con la gente de acuerdo! exclama el pelinegro enfurruñado. Sobre todo gente que no conozco...

Es que hyung, es así como la conoces... —susurra JiMin con una pequeña sonrisa Vamos, será divertido. Ten, traje esto para que se lo des, se amable. pide el rubio extendiendo el bonito ramillete hacia él.

Es suficiente.

YoonGi parpadea, mirando las flores, antes de negar con la cabeza.

Olvídalo. dice empujándolo fuera de casa y tomando las llaves se las darás tú. Accedí únicamente porque entré en pánico, pero no pienso darle flores a nadie. ¿Bien?

Pero hyung...

YoonGi termina de asegurar la puerta y se gira, observando fijamente los ojos azules.

JiMin, no sé qué pretendes — habla en voz baja lo juro, pero no sabes nada, nada acerca de mí. No, no intentes juntarme con ella. No, no intentes volver a hablar por mí de nuevo, no hoy, ni jamás. Únicamente accedí porque no quise ser cruel, pero puedo serlo. No tienes idea de cuánto. Por favor pide sujetando sus hombros — te aseguro que esto no es buena idea, tú no sabes por qué me mude aquí, así que por favor JiMin, quiero confiar, necesito confiar en que no me obligarás a ser cruel. Prométeme que no me obligarás a ser cruel.

JiMin se pierde un instante en el silencio que los rodea, la tenue iluminación ambarina de las calles le permite ver el cálido café en los orbes contrarios, YoonGi parece asustado, y sus manos comienzan a apretar un poco ahí, justo en sus hombros. Su corazón se contrae con angustia temiendo haber tomado una decisión incorrecta ¿Había sido un error interferir de esa forma? Ver a YoonGi solo en ese parque le había hecho sentir tan extraño que en cuanto tuvo la oportunidad, ni siquiera lo pensó. El pelinegro agita un poco los hombros contrarios en busca de una respuesta, sus acusadores ojos aun yacen sobre él con frustración. JiMin analiza un poco más su semblante... al parecer, se había equivocado.

Happy  │Yoonmin-JimSuWhere stories live. Discover now