2. Nuevo trabajo.

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Cuando Jimin nos dijo que tenía que cubrir a la prima de Jackson, sencillamente no le prestamos tanta atención. Porque era solo eso. Cubrir a la prima de Jackson. 

No había ninguna otra puta razón para hacerlo o crear un alboroto por aquello. 

Taehyung y yo pensábamos que solo era un maldito favor. Tampoco hicimos alboroto cuando supimos que Yoongi le había preguntado si quería continuar trabajando ahí. Soo-ah y Jimin no tenían problemas económicos, si quiera cuando Seokjin hyung se fue a vivir con ellos. Los ingresos extras serían bien recibidos, sí, pero pronto me di cuenta que había algo más detrás de las intenciones de Jimin en ir a trabajar ahí. 

Cuando claramente dejamos de trabajar en cafés porque, Jimin odiaba el olor a café. 

Él odiaba el café y todo lo que tuviera cafeína. Si quiera tomaba una Cocacola. ¿Y ahora él iba y nos decía que trabajaría en una cafatería?

De nuevo, había una señal que fue completamente ignorada. 

Pero Jimin era especial. 

Sí, a él le gustaban las chicas, sin embargo, en muchísimas ocasiones lo encontré coqueteando con chicos de manera sutil. Al principio pensé que eran ideas mías, que estaba buscando cosas en donde no las había, pero pronto, comencé a notar que Jimin disfrutaba de esa atención extra. Más aún cuando íbamos caminando por la calle y había un chico que se quedaba mirando a mi hyung sin importarle ir del brazo o de la mano de su pareja. Jimin siempre se volvía o le devolvía la mirada, con una jodida sonrisa coqueta en los labios. ¡Y nunca dije un comentario al respecto! 

¡Tantas señales y jamás le presté atención! 

El primer día que Taehyung y yo insistimos en ir al café, me pareció extraña la reacción que Jimin había dado. 

—¡No! —exclamó, demasiado alto para estar en una biblioteca —. ¡No pueden ir! Se los pido, no vayan. 

Tae bufó —. Vamos, Jiminie, es solo una tarde —intentó argumentar —. Kookie y yo nos quedaremos en la mesa más alejada, la que tú no atenderás, por supuesto, y haremos tareas. 

—No —respondió seco. Cuando se dio cuenta que tal vez estaba exagerando, intentó solucionar las cosas —. Quiero decir, si ustedes van, me distraerán de todos modos, siempre lo hacen. A Yoongi hyung no le gusta que nos distraigamos. 

Y le creímos. Obviamente le creímos que era porque no quería ser interrumpido o distraído en el trabajo. 

Nunca se nos habría pasado, ni en mil años, que Park Ji Min no nos quería ahí porque tenía algo con su jefe. 

La noche que el grandísimo AgustD cambió la ubicación de la presentación en la casa de Jisook, la exnovia de Jimin, pensamos que solo estaba de joda. Creímos fielmente que lo había hecho porque odiaba a ese tipo de personas, pretenciosas, ególatras y groseras solo porque tienes demasiados ceros en tu cuenta de banco. Igualmente no era la primera vez que lo hacía. Sin embargo, Jimin comenzó a imaginarse escenarios. 

Una de sus teorías era que, de alguna extraña manera, Agust se había enterado de toda la mierda que su exnovia le había hecho en el instituto y que debía ser castigada como el rapero solo sabía hacer. Debí detener aquellos pensamientos, hacerle entender que tal vez solo había sido al azar y no como habíamos creído. En su lugar, simplemente continuamos con el juego. 

Nosotros habíamos entrado a su maldito juego. Fuimos peones de él. Manipulados a sus malditos antojos, sí, aquí incluyo a Yoongi. Pues, cuando el desgraciado le dijo a todos los presentes que debían olvidar el accidente que había pasado la última vez, ya no había vuelta atrás. 

Eso fue como haberse sentenciado a muerte. 

Obviamente nadie lo vio venir. 

En el momento en que, AgustD había protegido a Jimin, se convirtió en el foco de atención de este. Y no había nada que pudiera hacerlo cambiar de opinión. 



N/a

23 min... 

Behind the escene | ʲʲᵏWhere stories live. Discover now