helplessly | nomin one shot

única parte.

helplessly | nomin

helplessly | nomin

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⠀⠀٩(๑･ิᴗ･ิ)۶ ぁ ٩(･ิᴗ･ิ๑)۶

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no es fácil contigo aquí, pero yo quiero que te quedes.

en el futuro podríamos ser algo, pero sé que no quieres nada conmigo.

y así es como cada día, me encuentro solo, admirándote a ti y a tu perfecta vida, podría detenerme y preocuparme por mis propios asuntos, pero ahí estás tú, me impides concentrarme.

¿en qué momento te convertiste en el motor de mi vida y a la vez en lo que me impide alejarme de ti y seguir?

mira como me distraes, todo es tu culpa, estúpido lee jeno.

—jaemin... ¡jaemin! —todos voltean a verme, se vuelve abrumador y pesado para mi, no por el hecho de que todos los alumnos posen sus miradas en mi, sino porque la tuya ni siquiera se digna a voltear. —¿tienes la respuesta?

ahora si volteas, y los nervios se apoderan mi tembloroso cuerpo.

—¿... la guerra fría? —las palabras salieron de mi boca y al instante el salón estalló en risas. no era extraño que se burlaran de mi por alguna estupidez que se me salía, no es por nada pero yo era conocido como "el tonto jaemin" y era todo un orgullo llevar ese apodo.

—esa sería una excelente respuesta si estuviésemos en la clase de historia, pero lamento informarte que "guerra fría" no es el resultado de la hipotenusa de este triángulo. —odio mate.

me hundí en mi asiento al sentir las miradas de los demás sobre mi ser. era extraño ahora, siempre había querido que me miraras... que me notaras, pero ahora era lo que menos quería, tú mirada era de confusión, como si yo fuera el tonto más tonto del mundo, y bueno, si lo era.

cuando el timbre del descanso sonó, todos salieron disparados por la puerta hacia la sala común. hoy era jueves y el jueves servían la mejor comida, ya que al ser un poco más de la mitad de la semana, la cocinera se dignaba a cambiar el aceite y los sartenes. yo no comía en la escuela por miedo a pescar una enfermedad o algo así, por lo que mi madre me enviaba almuerzo.

—jaemin... —alguien toca mi hombro. volteó para ver a soojin, una chica de mi curso a la cual jamás le tomé la suficiente importancia como para recordar su apellido. —yo quería saber si... bueno tal vez tú, digo... —la interrumpí.

—soojin, soy gay.

el rostro sorprendido de la chica se deformó en una graciosa expresión como de emoticón, sus ojos rasgados se cerraron al momento que una enorme carcajada salió de su garganta.

—no idiota, no me gustas. —rió como si la situación fuera siquiera un gramo de graciosa. —te iba a preguntar si querías tomar asesorías de álgebra conmigo, soy muy buena en eso y parece que a ti te va muy mal. —dijo acomodando su flequillo lacio y oscuro.