25.Siento.

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"No puede ser." Marck se pasó las manos por la cara. "Seremos el hazme reír del pueblo. " 

Aquello lo enfureció. " En este pueblo hay mas varones procreadores que otras parejas. No crees que es muy estúpida tu forma de pensar viviendo en lugar tan..."

"Has tu vida, ya no puedo seguir arreglándola, si quieres descarrearte de esa manera... has lo que te venga en gana."

Exhaló. "No te lo comenté como una pedida de permiso. Me iré con él."

Los ojos de su padre estaban llorosos y perdidos en el piso. "Me pregunto de quien estaría mas decepcionada tu madre."

Se encogió de hombros en su lugar y guardó la imagen en su bolsillo. "Creo que de ambos, de alguna manera."
Retrocedió hasta la puerta.

"Louis."

"Hm?"

" Tu puedes volver a casa si las cosas no van bien. Te ayudare, si es necesario, a tener una vida nueva."

Sonrió de lado, falso. "No iré a ninguna parte si Harry y mi hijo no están a mi lado. Pero gracias, supongo."

Abandonó la pieza con un dolor extraño en el pecho. 

"Un accidente." " Ha"

 Negó mientras recorría los pasillos.

Al oír la versión  de su padre hizo un gran esfuerzo por recordar, por encajar todo a la perfección.

 Pero no había nada.





(...)





No recordaba el momento en el que había llegado a la escuela secundaria, alli estaba parado en la entrada con los nervios de punta.

Al cruzar la puerta todo dentro estaba casi gris, había muy poco color.

Por el atardecer, supuso al iniciar su marcha.

Los pasadizos no los recordaba tan inmensos, no los recordaba tan llenos. Dónde estaba toda la calma? Chocaba accidentalmente con los estudiantes repitiendo despistado una y otra vez... "Lo siento." 

Estos niñatos le miraban y algunos se lo decían, otros solo lo pensaban y lo sabía pues lo dejaban claro en sus ojos.

"Qué no eres muy  adulto para venir a clases? "

Bajaba la mirada y seguía su camino, pudo haber respondido pero no quiso sin saber por qué. 

Miró sus pasos hacia una de las aulas y esta estaba intacta, los alumnos miraban la pizarra, atentos y no quería interrumpir pero su mano involuntariamente tocó la puerta y por la ventana vio a la mujer que dictaba las clases señalarse el reloj de muñeca y hacerle señas negativas con el dedo.

Se encogió de hombros. 

Continuó caminando mirando su alrededor, saludó a uno que otro niño conocido y ya aburrido de su vagabundeo por los pasillos inhaló profundo.

"Mira, vamos!" Todos los jóvenes se amontonaban en... una pared? Eran muy altos, de seguro había una puerta allí. Había demasiado ruido, demasiado ... ruido.

Volvió a encogerse de hombros, sus pasos de nuevo lo guiaron a otro lugar. Esta vez hacia un hombre parado con una escoba que lo miró serio, casi interrogándolo con la mirada." Ocurre algo señor?"

Secuestrado, mi amor. (L.s)Where stories live. Discover now