Forgiveness [The Witcher: Geralt/Jaskier]

"Daisy flower"

Geralt De Rivia ahora se consideraba quizás el hombre más frustrado del mundo, tenía que disculparse de una manera apropiada con Jaskier (aunque pensara que ya lo había hecho) y simplemente no sabia que demonios hacer, de por si fue difícil buscar las palabras para pedir disculpas y ahora tenía que "demostrar" que realmente quería ser perdonado por su bardo.

¿Quería que Jaskier volviera a estar a su lado? Entre gruñidos lo admitiría, pero lo haría. El problema es que nisiquiera sabia qué quería el bardo que hiciera.
Nunca había tenido que disculparse, pues no había tenido una afinidad afectuosa a tal punto que pudiese interesarle los sentimientos de la otra persona, pero ahora era diferente, el en serio se preocupaba por lo que Jaskier sintiese.

Aunque en aquel momento de su ataque verbal no lo pareciera.

Pensó entonces que quizás tendría que darle algo, un regalo, un presente, pero en ese caso ¿Qué sería?
¿Oro? Para qué, Jaskier logra tener lo suficiente en el pueblo por cantar y tener una casa, ropa, comida.
¿Una canción? Seria un muy lindo detalle pero definitivamente Geralt no consideraba que tuviese el don de una buena voz.
¿Un poema? Si apenas podía decir una oración con más de 6 palabras, mucho menos podría escribir suficientes para un poema. Sin duda se sentía patético.

Bebió de un solo trago la cerveza que quedaba en su tarro sintiendo el amargo sabor de la bebida recorrer su garganda y un leve mareo, faltaba poco para el anocher, no había visto a Jaskier todo el día desde que le habló en la mañana y aun no tenia ni la menor idea de qué hacer.

Afortunadamente podía darse un pequeño descanso de su oficio, pues en las últimas semanas se había encargado de una buena cantidad se monstruos y por ello dinero no le faltaba asi que podría relajarse en aquel pueblo por un tiempo.

Dejó el tarro vacío al amable tabernero que le sonreía mientras limpiaba un vaso, Geralt seguía sin poder acostumbrarse a lo amable de las personas, incluso le hacían sentir algo incómodo.

-Hey, ¿Tu eres el amigo de Dandelion, no? Geralt De Rivia, el brujo-Dijo el tabernero mirándole curioso, era bastante joven, no parecía tener más de 20 años, tenia los ojos verdes y el cabello castaño, parecía tener incluso unas cuantas pecas en su rostro.

-Hmm, sí-Respondió tratando de no sonar grosero, pues todos le habian tratado de muy buena manera y no quería ser un malagradecido.

-Impresionante, eres como un súper héroe aquí, sobre todo por las hazañas que Jaskier nos ha contado sobre ti, yo soy Teodore, un buen amigo suyo-Dijo sonriente extendiendo su mano ahora libre hacia el brujo en modo de presentación.

Geralt, con algo de recelo aceptó su mano sacudiendola un par de veces.

-Te noto algo decaído desde que entraste, Geralt y tengo una pequeña idea del por qué-Habló Teodore sirviendo un vaso a un cliente que luego se retiró. Geralt no estaba seguro de como responder a eso-Es por Jaskier ¿No es así?

El brujo simplemente asintió con la cabeza, tragando las ganas de levantarse e irse.

-Soy el mejor amigo de Jaskier desde que llegó aquí, lo acogí en mi casa durante mas de 6 meses, me ayudó a mejorar mi taberna, es como el hermano que nunca tuve y te puedo decir, que quizás se más de ti que tú de ti mismo, Geralt De Rivia-Sonrió de lado cruzandose de brazos, el mayor lo miró entre confuso e incrédulo, en parte sospechaba que ese desconocido podria tener la solución a sus problemas por lo que Jaskier pudo haberle contado, pero por otra parte no le creía, dudaba que Jaskier puediese haberle contando absolutamente todo lo que conociese de él.

Pero luego recordó que Jaskier lleva allí viviendo mas de un año solo... Sí, era perfectamente capaz de decirlo todo.

-Sabes, una vez Jaskier tocó mi puerta a mitad de la noche, entre lágrimas e hipidos casi no podía entender lo que me decía, lo llevé conmigo a la cama para que me contara lo que le pasaba-Ahora Teodore limpiaba una especie de copa mirandola con aire melancólico, como alguien que habla de un atesorado pero a la vez triste recuerdo-Lo único que pude entender que decía mientras volvía a quedarse dormido abrazando mi almohada era que había soñado de nuevo con aquel hombre que lo había alejado pero que deseaba volver a encontrar.