Ellos perdían la  noción del tiempo mientras hablaban.

Cantaban y reían.

Se llego la noche y ellos estaban ahí.

Conociéndose.

Admirándose.

Besándose con los ojos.

Tocándose con palabras, pero no era suficiente, así que se miraron y como si se hubiesen leído la mentes se unieron en un beso apasionado.

Por primera vez ellos eran felices..

Por primera vez el chico azul se teñía de un rojo carmesí.

Por primera vez las flores de ella florecían.

Por primera vez en años eran felices.

Porque sin saberlo.

Ya se pertenecían.

Pero él sabia, que su felicidad iba a ser como una estrella fugaz, efímera, como todo lo bueno que llegaba a su vida. 

Azul como el JazzWhere stories live. Discover now