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La brisa era azúl y el triste sol se escondía por las ramas de los sauces sin hojas.

Ya ella no sabia si era lunes o martes, o miércoles o jueves, ella no sabía si era viernes o sábado o si era un domingo triste y solitario.

Se preparo una taza de té y se sentó en el balcón, viendo cómo las luces de la cuidad se encendían.

Revisó su correo, que tenía meses que ni miraba y su corazón dio un salto cuando notó que había una carta de él

12 de Diciembre de 2014
Amsterdam

Querida chica de las flores.
Te escribo porque te he echado de menos, no se si estas bien o mal, y mi mente me está matando. Y yo se que es extraño que escriba, pues se que aún no me conoces, pero yo siento que te conozco a ti de toda la vida.
En el tiempo que estuvimos juntos me enamoré de ti, me enamoré de tu sonrisa, de tus ojos, de tu dulzura, de tu hermosa locura, me enamore de la forma en la que cantas y bailas el Jazz.
Y quiero volver a verte, quiero volver a abrazarte y besarte.
¿Tu quieres amada mía?
Espero tu pronta respuesta

Con amor, tu chico azúl.

Azul como el JazzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora