SUNSET - ATARDECER / Aristemo (TERMINADA)

XXI

-¿Temo?- aventé las cosas al suelo mientras corría a su lado- ¿Estás bien?

-Ari...-susurró con dificultad mientras pequeñas lágrimas corrían por sus mejillas- duele....duele mucho

-¿Qué te duele?- tomé el celular más próximo para marcarle a un médico mientras lo escuchaba.

-Todo...-susurró- todo el cuerpo me está matando

En cuanto terminé de llamarle a Axel me senté a su lado y acaricie sus cabellos intentando calmarlo y distraerlo para olvidar el dolor pero fallando en el intento. Cuando tocaron el timbre, sentí un alivió, pero este se esfumo cuando me hablaron en privado Robert y mi cuñado.

-La enfermedad está avanzado rápido- comentó el primero- creo que podemos medicarlo a partir de ahora, no es la mejor opción pero ayudará con el dolor.

-No...-susurré mientras se me revolvía el estómago- es muy pronto, ¿no podemos aumentar las quimios? ¿Darle algún calmante? Aún no quiero perderlo...

-Hay otra opción- comentó Axel- podemos intentarlo con pequeñas dosis y luego aumentarlas para controlar el dolor, pero es riesgoso Aristóteles.

-No importa que tan riesgoso es con tal de que Temo esté bien- comenté intentando saber a qué se referían.- sólo dime que debo hacer.

-Hablo de Marihuana- me respondió Axel bajo para que nadie escuchara- en EU es legal, aquí no pero podríamos encontrar algún vendedor y ponerlo como opciones terapéuticas, ya sabes medicina alternativa, no es lo correcto aquí pero ayudará a mi hermano con el dolor.

Asentí comprendiendo sus palabras mientras analizaba la situación, miré a mi primo pidiendo su opinión pero el soló asintió, tome un suspiro hondo y me arme de valor para aceptar, si nos descubrían podríamos ir a la cárcel pero era un riesgo que estaba dispuesto a correr solo por el bienestar de Temo, tomé el teléfono y le marqué a Diego para que me ayudara, después de todo ser cantante también tenía su mundo negro, no tardo más que unas horas en darme un paquete en el pasillo de nuestra casa y luego irse como si nada.

Cuando entré a nuestro hogar Temo dormía con dificultad a causa del dolor, suspiré hondo, tomé las hojas de papel de arroz y acomodé la pequeña yerba en él para armar un cigarro, me acerqué y lo removí despertándolo al instante.

-¿Ari?- me miró mientras temblaban sus manos- ¿Qué pasa?

-Te voy a ayudar ¿de acuerdo?- lo reincorpore sentándolo para acomodarme a su lado y enseñarle el cigarro- necesito que fumes esto...te quitará el dolor ¿ok?

-¿Es lo que creo qué es?- preguntó mirándome nervioso- pero nos podemos meter en problemas Tahi.

-Shhh- lo interrumpí- esto te va a ayudar, Además lo manejaremos poco a poco y solo será en la casa, no es lo correcto amor pero es por razones terapéuticas

Él me miró asustado pero suspiró hondo mientras sus manos temblaban al tomar el cigarrillo por el dolor, con mucho cuidado se lo prendí y él al inhalar la primera fumada comenzó a toser, luego fue por la segunda y esperó un poco más para la tercera, conforme pasaban los minutos sus manos dejaron de temblar mirándome más tranquilo y alivio en su mirada.

-¿Mejor?- pregunté observando como respiraba con tranquilidad.

El asintió mientras apagaba el cigarro dejándolo en la mesa y se acurrucaba entre mis brazo que al instante se envolvieron alrededor de él.

-Se siente extraño- susurró con voz suave y lenta- como si todo fuera en cámara lenta.

-¿Ya no duele? – Bese sus cabellos- ¿es tolerable al menos?