— ¿Otra orden de Lydia? — Thalia preguntó a Alec con ironía.

— ¿Quién es Lydia?

— Está a cargo del Instituto. — Jace se quedó atónito ante las palabras de la castaña — ¿Ha convencido a la Clave de que no hacen su trabajo?

— Es temporal. Pero tal vez sea lo mejor, estaban al mando cuando entró el repudiado.

Thalia rió sin gracia, Alec estaba mostrando al lado de quién se posicionaba y no le estaba gustando por el camino que iba. Jace intervino antes de que la discusión entre los dos fuera a más:

— ¿A qué te refieres?

— Mamá y papá formaban parte del Círculo. Hicieron un trato con la Clave antes del Alzamiento, a cambio de su cooperación les perdonaron.

— Pues tienes su lealtad.

— Valentine ha vuelto, el Círculo sigue en pie. Son sospechosos.

— Ni hablar. — Jace los defendió — Robert y Maryse me acogieron, me han criado como si fuese su hijo. Sé cómo son.

— ¿Seguro? Nos mintieron. Tú deberías estar de mi lado, Thalia, tus padres...

— Mis padres confiaron en ellos para que me cuidaran; Alec, no sabes ni la mitad de lo que pasó. Mi padre le pidió a Robert que pasara lo que pasara no permitiera que los actos pasados definieran mi punto de vista. — la chica Blackwood se cruzó de brazos para enfrentarlo — La gente comete errores, pero no por eso son malas personas. Se trata de aprender de ellos para cambiar a ser alguien mejor.

— Nos dicen como actuar, que defendamos el apellido Lightwood pues ellos mismos lo han mancillado. Son unos hipócritas.

Jace miró a su parabatai sin poder creer lo que estaba escuchando. Thalia negó ante la actitud del mayor de los Lightwood y se giró, dispuesta a irse.

— Thalia, no te vayas. Es una orden. — Lydia entró en la habitación y ambas se desafiaron con la mirada — Tú debes de ser Jace Wayland, Lydia Branwell. Eres toda una leyenda en Idris.

La emisaria de la Clave estiró una mano para que la estrechara; pero el rubio se limitó a abrazar por la cintura a la castaña, que miraba a la chica con mala cara.

— No creas todo lo que dicen.

— ¿No se lo has dicho? — la rubia le preguntó a Alec.

— ¿Dicho el qué?

— Que estamos comprometidos.

Isabelle abrió los ojos como platos y Jace apretó su agarre al notar como Thalia se tensaba aún más. Había desaparecido con Clary y Simon durante unas horas y todo parecía haberse descontrolado: no sabía quién era esa chica, en qué momento Alec se había comprometido o por qué Isabelle vestía como su madre.

— Nos casamos. — afirmó Lydia.

— Es una broma.

— Tendrías que haberte negado. Vas a arruinarte la vida. — Isabelle salió muy enfadada.

— No sé qué decir.

Lydia sonreía con altanería mientras Jace y Alec parecían competir a ver quién apartaba la mirada antes. Finalmente el rubio rompió el gesto y dejó un pequeño beso en el hombro de la castaña, que tenía la vista en un punto fijo de la habitación.

— Qué tal: nada de esto importa. Hay que detener a Valentine. — Alec habló después de un rato.

— Por fin coincidimos en algo.

𝐅𝐄𝐀𝐑𝐋𝐄𝐒𝐒 || Alec Lightwood ➰Where stories live. Discover now