THE BENEDICT [EN PAUSA]

Capítulo 2

P.O.V CRYSTAL

Desperté temprano porque quedé en ayudar a Zed a encontrar el anillo perfecto para Sky, Noté que se me hacía tarde y corrí a bañarme y cambiarme.
Xav no estaba porque había salido con Yves, un rato.
Al salir del apartamento me encontré a Zed y quien estaba esperándome en el jeep un poco nervioso.
- Hola Crystal, sube te estaba esperando.
- ¿Estas listo para encontrar el anillo perfecto?
- Eso espero.
Nos dirigimos hacia una de las mejores joyerías  de la ciudad. Bajamos del jeep y al entrar, inmediatamente Zed divisó un anillo,que le pareció perfecto para Sky. Era delicado y con un diamante en el centro.

- Zed, si ese te parece perfecto para Sky elígelo, recuerda que yo solo vine para apoyarte y darte mi opinión como mujer.
- ¿Y... entonces, que te parece? - me preguntó sin quitar la mirada del anillo.
- Pues me parece maravilloso, estoy completamente segura que a Sky le encantará.
- A mi también me gusta y me parece una buena elección - dijo Zed anonadado por la delicadeza del anillo.

P.O.V Zed

Cuando ya tenía el anillo perfecto para Sky, fui directo a casa a guardarlo en un lugar seguro, donde ella ni nadie pueda encontrarlo.

Luego la llamé por telepatía para invitarla al parque:

Srta Bright, aceptaría ir a ver el atardecer conmigo?

Acepto, Sr Benedict, será un placer

Paso por ti en media hora - y corte la conversación.

Me cambié de ropa, prendí mi moto, y fui rumbo a casa de Sky.

Ya estoy aquí.

Ya bajo, me estoy poniendo linda para ti.

Sky demoró aproximadamente unos cinco minutos, pero valieron la pena, pues cuando la vi saliendo de su casa quedé encantado con su belleza.

- Tengo suerte en tenerte como alma gemela - le dije mientras la miraba de pies a cabeza

- Digo lo mismo - dijo Sky abrazándome.

Nos subimos en mi moto, rumbo al parque, mientras sonaba una de sus canciones favoritas.

P.O.V Sky

Me encanta viajar en moto con Zed, ya que aprovecho para sostenerme de su cintura.

Disfruto mucho cada minuto que paso junto a él, pues lo amo y daría mi vida por él, y sé que el haría lo mismo.

Claro que yo también daría mi vida por ti, nena.

En ese momento me aferré mucho más a él, pues con solo oír su voz dentro de mi cabeza, me enamoraba.

Al cabo de un rato estábamos sentados en el césped viendo el atardecer.

De pronto comencé a sentir frío y recordé que había olvidado mi abrigo en mi habitación.

Me estremecí. Zed se dio cuenta y me acurruco en sus brazos.

Las horas junto a él pasaban muy rápido y de la nada ya había anochecido.

Zed me llevo de regreso a casa. Al bajarme de la moto, me atrajo hacia él y me dio un pequeño beso en los labios.