Al principio temí lo peor, ya imaginaba cómo Patrick terminaría enterándose de que su hijo es homosexual y le encanta tener sexo con cualquier tipo. Para mi sorpresa, aunque también molestia, ocurrió algo diferente: quienes estaban presentes en aquella maldita escena pensaron que teníamos una discusión tonta e insignificante entre varones.

Sí, varones.

Me preguntaba qué tan pocas conexiones neuronales tenía que poseer alguien para llegar a deducciones así de patéticas, luego lo recordé: yo mismo. Cuando Miller habló por primera vez sobre el pasado oscuro que tuvimos, mi primer pensamiento fue "las bromas pesadas son comunes entre varones". Estaba equivocado en ese entonces como ellos lo están ahora. Miller quería humillarme hablando de mi supuesta vida sexual, dándole una perspectiva negativa. Cada estudiante lo tomó con humor, como si fuese correcto insultar a alguien por su orientación sexual. Ellos no pensaron que era cierto, sino los rumores serían otros.

¿Y qué si hubiese sido verdad? ¿Acostarme con varios hombres me hace menos valioso?

Si Miller dijera que tuve sexo con diez mujeres, nadie lo vería ni remotamente cercano a un insulto. Ante la sociedad sería el halago más grande y codiciado. Imbéciles. La sexualidad de cada persona debería respetarse por igual, no premiar una mientras se repugna otra. Nunca me importó ese aspecto en mi vida, tampoco tengo el tiempo o ganas para analizar si soy homosexual, pero podría decirse que es verdad. El único ser vivo que me atrajo, así duela admitirlo, es Aaron Miller.

Un hombre. 

El camino a la mansión de mi amiga estos días me pareció muy tranquilo, agradable

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

El camino a la mansión de mi amiga estos días me pareció muy tranquilo, agradable. No queda demasiado lejos del instituto así que se puede caminar perfectamente hasta allí, aunque el señor Jones insiste en mandar a su chófer pero Kara se niega. 

Bueno, ahora este camino me parece de todo menos agradable. 

Estoy junto a ella, trato de no verle el rostro porque ya imagino lo que me voy a encontrar; está furiosa. Pude explicarle un poco lo que ocurrió realmente y cómo me sentía, primero empecé por decirle todas las cosas horribles que Aaron me había dicho en frente de tanta gente. Ahí estábamos en el comedor, me costó mucho controlarla para que no fuese corriendo a donde ese rubio estaba sentado, debí decírselo en un mejor lugar. Luego esperé a que terminaran las clases para contarle lo más fuerte, por suerte allí estábamos bastante apartados de los demás, yendo por los vacíos pasillos. 

Su reacción fue inquietante, nunca la vi tan enojada desde que la conocí. Kara no paraba de decirme lo mal que estuvo todo, lo preocupada que estaba y lo mucho que quería golpearme en ese momento por ser tan idiota. Logré calmarla hasta este momento, donde incluso puedo jurar sentir su aura queriendo asesinarme. 

— Mira, sé que las cosas se salieron de... — comencé a hablar pero fui cruelmente interrumpido. 

— ¡Lo besaste! — me gritó indignada, sólo miró hacia el frente y comenzó a  caminar más rápido. Esas mismas palabras me las dijo ya unas diez veces desde que se lo conté. 

— Bueno, técnicamente me besó él. — le dije suavemente ganándome un gruñido de su parte.

— ¡Qué importa quién besó a quién, tú se lo seguiste! — contestó aumentando aún más su caminar, la detuve del brazo. Ella clavó una fiera mirada sobre mí, los mechones de su cabello caían por todo su rostro. 

— Kara, ya tuvimos esta discusión hace menos de quince minutos. — le respondí exasperado, ella pareció enojarse aún más si es que fuera posible. No es que me moleste su reacción, de hecho la entiendo y me parece comprensible, pero me exaspera que sólo estemos yendo en círculos. 

— Dominik, no sé qué mierda debería decirte. — espetó negando con la cabeza, sus ojos ya cristalizados. — Quizás todavía no veas la gravedad del asunto pero tu situación acabó de empeorar mucho. — sentenció, la miré confundido.

— ¿A qué te refieres? — pregunté inquieto. 

— Aaron te golpeó sin piedad hasta hace una semana, hoy te humilló de la peor forma que se le ocurrió. ¿Cómo puede besarte luego de eso? — su mirada parece tan angustiada, me hace sentir muy mal, odio que se ponga así. — Es enfermo, sucio, la mala intención se huele a distancia. No sé con qué fin pudo hacerlo, si es en verdad un impulso como dijiste o si hay algo más turbio detrás. Sea como sea es malo, él te odia y lo sabes. — suspira mientras cierra los ojos, cansada. — Pero lo que más me preocupa es que le siguieras el juego, dejaste que te besara sabiendo todo lo que te hizo anteriormente. ¡Dominik, tú mismo creías que iba a golpearte en ese momento! ¡Tenías miedo! Lo normal hubiese sido que te alejaras de él, que lo golpearas, cualquier cosa menos seguirle el maldito beso. 

Ahora que la escucho decir todo eso entiendo a lo que quiere llegar, me parece raro que no lo notara antes. Su preocupación desmedida, su increíble enojo, no eran únicamente por lo que Aaron había hecho... eran por mí. 

Tiene miedo de que me termine enamorando de él.

— No tienes de qué preocuparte. — le digo captando su atención, me mira como si hubiera dicho la mentira más horrible del mundo. — Aaron nunca me gustará de esa forma, no podría enamorarme suyo. 

— Espero que así sea, por tu propio bien más que nada. — susurra apagada. — Dominik, te he visto muchas veces mirarlo aterrado, he curado la mayoría de los golpes que te ha dado, le tienes miedo... 

— Lo sé, sabes que lo sé. — la interrumpo antes de que continúe, quiero dejar de pensar en esto ya mismo. — Debo volver a mi casa hoy, me encantaría quedarme contigo pero no quiero arriesgarme a más problemas. 

— Está bien, lo entiendo. — responde mientras reanudamos el paso, esta vez mirando al suelo. 

Me duele saber que Kara siempre termina mal por mis malditos problemas, lo único que hago es preocuparla. Si fuese por mí ya le hubiese ocultado varias cosas con respecto a Aaron con tal de no lastimarla, pero de una forma u otra se entera y luego es peor porque cree que no confío en ella. 

Mi única opción es no ocultarle nada. 

Supongo que así son las mejores y verdaderas amistades; aunque hayan cosas dolorosas hay que decirlas en vez de callarlas, siempre ir con la verdad. 

-------------------------------------------------------------------------------------------------

Este capítulo tuvo bastantes pensamientos internos de Dominik, lo veía necesario para que entendieran más la psiquis del personaje. Siento que no me quedó tan bien desarrollado como hubiera querido, aún así creo que se entiende un poco.

 Mi punto es que no vean a Dominik como si fuese el típico masoquista que se enamora de alguien que lo maltrata. Él es muy consciente de que lo que ocurre está mal, por eso no tiene ese tipo de afecto aún por Aaron. 

Quiero que sepan y puedan apreciar en la historia que no se romantiza para nada el tipo de relación que están teniendo ambos, que sean conscientes de que no está bien que alguien agreda de ninguna forma a otra persona (y menos a su pareja).

Bueno, eso es todo lo que quería decirles. Espero que les haya gustado el capítulo, pronto subiré el siguiente. 

Odio Profundo |BL| ©Where stories live. Discover now