Parte 2

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-Ay ya, era broma, toma. -le entregó el collar. -Iré a volar, he cumplido con mi objetivo... eso creo. - sin decir nada más se retiró.

-¿Estás bien?- le preguntó el rubio levantándose y extendiendo su mano al azabache.

-Sí. -respondió tomando la mano del rubio. -Perdona por lo anterior, también fue mi culpa.

-Descuida, solo es un chichón...

Luego de aquello un silencio incómodo se formó, los grillos comenzaron a sonar y las luciérnagas aparecieron rodeándolos.

-M-me llamo Naruto. -dijo rascándose la nuca.

-Sasuke. -respondió.

A los pocos segundos se oyó a lo lejos música, supieron justo en ese momento que el festival había iniciado.

-Vaya... ha comenzado. -susurró el rubio.

-¿Vas a ir?- preguntó Sasuke.

-Eh... no, no tengo familia ni una pareja. -sonrió tristemente. -¿Y tú?

Sasuke se sorprendió un poco al darse cuenta de que era la misma situación por la que pasaba.

-Yo tampoco, no tengo familia ni pareja.

-¿E-eso es verdad?- preguntó sorprendido.

-¿Por qué mentiría, dobe?

-Hey. -le reprochó. -¿Te gustaría acompañarme al festival?- preguntó ansioso. Era una buena oportunidad.

-¿Acompañarte? -lo miró con una ceja alzada.

-Nada más decía...- sonrió el rubio con pena.

-Está bien.

-¿Eh?- se sorprendió por lo que oyó. -¿Lo dices en serio?- se permitió sonreír abiertamente.

-Tengo hambre. -dijo comenzando a caminar.

-Yo también. -le siguió el rubio. -¿Te gusta el ramen?

-No.

-¿Por qué no? Si es delicioso...

Así iniciaron el recorrido hasta llegar al festival, comieron, escucharon la música, fueron a las atracciones y vieron el árbol de sakura más grande, admirando como los botones de cerezo caían lentamente. Por último vieron los fuegos artificiales, para ambos fue una experiencia única y agradecieron al cuervo y a la Luna por haberlos sacado de casa.

Como era de esperarse, la química creció no por sus gustos, ya que eran muy diferentes, más bien por sus largas conversaciones, ya que éstas forjaron un fuerte lazo.

Pasaron los meses y luego estos lograron un año desde que se conocieron. Este nuevo festival comenzaría con ellos dos caminando juntos, por todo el lugar, con sonrisas cómplices que borraban a las demás personas y tan solo existían los dos. Sentados en la rama de un árbol pudieron disfrutar de la compañía del otro.

-Yo... te amo Naruto. -expresó Sasuke moviendo sus alas ansioso por lo que dijo.

-Yo... Sasuke... -algo raro pasaba, sentía como las palabras se le atoraban en la garganta. -Yo... -algo lo quemaba por dentro. -Y-yo... -el hada se extrañó por aquello pero cuando iba a preguntar, el mago decidió besarlo para transmitir su respuesta de esa forma.

Y fue ahí cuando algo se rompió...

-No puede ser. -espetó con rabia aquel ser mientras veía su bola de cristal. -Se ha roto la maldición.

-¿Qué pretende hacer madre?

-Destruir al hada. -sonrió de forma malévola. -Zetsu, es hora de actuar. Mata al hada.

-Cómo diga.

-No permitiré que un alma tan deliciosamente pura sea disfrutada por una simple hada. -susurró apretando sus huesudas manos hechas puño.

-Te amo Sasuke. -declaró Naruto luego de terminar el beso, aquel malestar se había ido.

En su gran felicidad de verse correspondidos, volvieron a besarse abrazándose el uno al otro transmitiendo el amor de sus corazones.

Luego de que el festival acabara, Naruto fue a dejar a Sasuke en su casa, se despidió no sin antes besarlo nuevamente, sonrió y se retiró con la alegría rebosando por todos sus poros.

Seguidamente el azabache entró a su casa, suspiró enamorado y sonrió recordando el sin número de veces que sus labios se unieron.

-Esa felicidad es efímera. -dijo alguien sacándolo de su ensueño, miró a todos lados buscando al dueño de aquella voz.

-Aparece. -demandó acumulando fuego en su mano.

-Un hada de fuego... nada mal. -la voz burlesca de esa cosa le hacía ponerse alerta a cualquier movimiento. -Pero no me vencerás. -antes de que el azabache pudiera atacar, una serpiente subió rápidamente por sus piernas y se colocó en su cuello ahogándolo y haciendo perder su ataque.

-¿Q-qué... e-eres? Suel... t-ta... me.- trataba de zafarse pero mientras más fuerza oponía, más fuerte era el apretón en su cuello.

-Morirás, sí, morirás. -decía la serpiente riendo sádicamente.

El azabache ponía más resistencia pero poco a poco el aire comenzó a faltarle comenzando a desesperarlo, sus manos que se mantenían en la serpiente comenzaban a perder fuerza.

-...ruto. -susurró como pudo. Sus brazos cayeron a sus lados, la inconsciencia se iba presentando.

De pronto, una idea en medio de su raciocinio casi agotado le ayudó en su salvación. Su rostro se estrelló con el piso y pudo darse cuenta que podía respirar de nuevo, tosiendo varias veces y obteniendo grandes bocanadas de aire pudo reponerse un poco, había sido muy distraído al no volverse pequeño desde un principio. Aún acostado miró a su izquierda encontrándose con su amigo intentando deshacerse de la cobra.

-¡Shisui! -gritó levantándose como pudo. El alargado animal se mantenía alzando su cabeza amenazante ante el cuervo. Los ojos del azabache al mirar aquello se encendieron de rojo, con evidente ira volvió a su tamaño normal y antes que ésta lo notara, con sus dos manos ardiendo en fuego la agarró y la hizo cenizas. -¿Estás bien?- susurró cansado antes de caer sentado.

-Eso debería preguntarte a ti, ¿qué ha sido eso?

-No lo sé, creo que quería matarme.

-¡¿Y lo dices así?!- exclamó el ave.

-No hagas drama, ya la desaparecí.

-Pero tú nunca has tenido enemigos y es extraño.

-Cómo sea, preocuparme por ello sólo me estresará.

-¡Mató a Zetsu! -exclamó botando su bola de cristal lejos, pero no se rompió como se esperaba. -Esta vez, yo lo haré... ¡Te destruiré hada de fuego!


...............


Los días pasaron y luego de aquel suceso, no volvió a ocurrir algo similar.

Y como se esperaba, aquella parejita se había enamorado cada día más, y Sasuke sin duda alguna cambió su forma de describir al amor.

Como todas las mañanas, el azabache salió a dar un paseo por el bosque y es que le encantaba recurrir al único árbol inagotable de dátiles rojos, cada vez que pasaba por allí no se resistía a comer algunos y otros los llevaba a casa.

Volando tranquilamente comenzó a tomar los frutos y guardarlos en una pequeña canasta. Antes de que pudiera probar uno, la aparición de un ser hizo presencia con un fuerte viento.

-¡Morirás!- dijo lanzando una energía púrpura contra Sasuke, quien con agilidad logró esquivarlo.

-¿Quién eres?- preguntó poniéndose a la defensiva.

-Tú arruinaste mis planes y ahora pagarás las consecuencias.

-¿De qué hablas? Ni siquiera se quien eres.

-El Mago Naruto me pertenece y tu hada tonta estorbas. -lanzó otro poder.

-¿Qué tiene que ver Naruto en todo esto?- preguntó confundido y nuevamente esquivó le ataque.

-Su alma me dará más años de vida.- sonrió de manera enfermiza. -Puede que hasta me vuelva inmortal.

-¿Qué pretendes hacerle?- declaró con furia mientras se ponía en posición de pelea.

-Que se hunda en el dolor, que sus ansias de amar y de vivir me pertenezcan. Cuando envejezca y muera solo, me comeré su alma.- sonrió. -Pero tú has roto la maldición.

-¿Maldición?- frunció el ceño.

-¿No has oído de la maldita suerte de los magos? Ellos no pueden amar, porque no existe quien los ame. Viven solos y mueren solos, me he alimentado de esas almas pero hasta ahora no encontré alguien tan jugoso como ese mago, un corazón puro, que en soledad y desamor se convertirá en mi delicia.

-Eres un ser asqueroso, no te saldrás con la tuya. -lanzó su ataque, una bola de fuego.

-¿Quién lo impedirá? ¿Un simple hada? -se burló con ironía sin ni siquiera esquivar el ataque. -Tú muerte es lo que deseo, así el mago estará en bandeja de plata.- con una fuerza superior a la de Sasuke logró tan solo con su puño soltado en el aire producir ondas que lo mandaron volando, haciendo que chocara contra un árbol.

El azabache se quejó del dolor pero pronto se reincorporó activando su poder, sus ojos rojos y todo su cuerpo envuelto en una aura de fuego.

-No le harás nada. -sentenció volviendo a atacar a aquella bruja.

Los ataques fueron desatándose uno tras otro, la diferencia de poderes era bastante pero Sasuke había logrado dañarle varias veces. Cansado y herido todavía se mantenía en pie, lucharía hasta el final si era necesario.

La leyenda del hada y el mago (NaruSasu)Where stories live. Discover now