Final

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Recordaste por la mañana que Tom te había visitado de madrugada para darte las buenas noches, así que decidiste que harías lo mismo cuando fuera de noche, y esta vez dormirías con él.

Había sido una mañana ajetreada. Muchas revisiones médicas, muchas pastillas, mucha tos...
pero nada que no pudiera merecer la pena con tal de estar viva un poco más para todos aquellos que dejarías sin madre o abuela si te ibas.

Todavía no era el momento.

A la hora de comer, Tom no se sentó contigo en la mesa del hospital, cosa que siempre hacíais.
Preguntaste a tu doctora cuando estuviste en tu habitación, y te dijo que estaba bien, pero que había tenido un ataque de tos tan fuerte, que le había salido sangre y le tuvieron que poner una mascarilla para respirar.

- Tengo que ir a verle ahora.

Dijiste con lágrimas en los ojos, preocupada.

- No tiene por qué preocuparse, ahora está durmiendo. Pero más tarde podrá verle. Y ahora duerma usted un poco, debe de estar agotada de los viajes que se ha dado por el hospital.

Así que eso hiciste, te dormiste un tiempo hasta que ya no aguantaste más y te levantaste a comer algo.

Ya casi se acercaba la hora de la cena, y Tom tampoco apareció en el comedor del hospital, pero tus amigas de la otra ala del centro, si. Hablasteis de cómo os encontrabais y decidisteis veros a la hora de la cena al día siguiente.

Ya habían pasado las doce de la mañana, cuando ningún médico entró a tu habitación, asegurándose de que estabas dormida, así que aprovechaste y fuiste en dirección a la habitación de Tom.

En el camino, te encontraste con la doctora Green.

- ¿Adónde va usted señora Holland?

- Quiero ir a ver a Tom.

- El señor Tom está descansando. Hoy ha sido un día difícil. Debe descansar.

- Solo será esta noche, Doctora Green.

La doctora te miró con unos ojos que no supiste descifrar. Te estaban diciendo algo, pero no sabías el qué. Solo sabías que había una mezcla entre preocupación, tristeza y compasión.

- De acuerdo. Pero avísenos si pasa algo.

La doctora se fue. Pero se dio la vuelta y te abrazó.
Te pilló por sorpresa pero le devolviste el abrazo y le diste un beso en la mejilla. Era una buena doctora y siempre estaba ahí cuando necesitabas hablar de tu vida pasada.

Cuando llegaste a la habitación de Tom, estaba dormido y no quisiste despertarle.
Le cogiste de la mano mientras le mirabas mientras dormía. Estabas orgullosa del lugar a donde habías llegado. Con más de 80 años, con hijos estupendos y nietos que os daban las ganas y fuerzas que necesitabais para vivir.

Tom abrió los ojos, y al verte sonrió.

- Perdón por no haber ido a comer contigo hoy. Los doctores no me dejaban. La doctora Green ha estado muy pendiente de mi.

Tom Holland is the type of boyfriend Donde viven las historias. Descúbrelo ahora