_____ Knight es una chica en la última etapa de su adolescencia. Vivía con su abuela ya que sus padres la habían abandonado después de su separación, aunque, a ella poco le importaba pues su mundo siempre fue su abuela. Su casa era tan vieja como su cuidadora, y así mismo, misteriosa. Siempre que vagaba por ahí dentro de esa enorme casa encontraba algo nuevo y con lo cual divertirse un buen rato. Hasta que hubo una vez que encontró algo que sería el causante de sus futuros problemas.
[FLASHBACK]
— Wonsik, tengo miedo, vámonos de aquí.— Se agarraba de la camisa del chico un poco más alto que ella.—
— Tranquila, no va a pasar nada.— Replicó este haciendo un ademan de que entraran en aquel habitación de la vieja señora.—
— ¿Y si llega mi abuela? — Dijo, abrazándolo para esconderse más detrás de él.
— Confía en mí, ¿Si? — Siguió con firme paso su rumbo por aquella habitación llena de chucherías.
— Okay, pero promete que será rápido.— Lo miró con seriedad.
— Entonces es un trato, a la primera cosa mágica que encontremos nos vamos.— La miró sonriente, era muy divertido para él verla asustada.
Avanzaron los dos pequeños niños por la habitación, buscando algo que les pareciera “mágico”. La abuela de _____ era médium y siempre esos dos pequeños le pedían que les contaran historias de fantasmas pero no les dejaba tocar sus cosas, porque les decía que podría ser peligroso. Sin embargo a estas alturas, ya dentro del cuarto con toda su curiosidad a quien le importaría.
_____ miró de reojo a Wonsik que buscaba en el closet de aquella señora, mientras ella solo observaba por encima pues la palabra “peligroso” que siempre le decía su abuela le causaba miedo, no quería que le pasara algo malo.
— ¿Encontraste algo? — Preguntó Wonsik, quien seguía metido en ese armario.
— No… ¿Y si mejor nos vamos? — Volvió a insistir, de verdad no quería ser descubierta ni maldecida con cualquiera de esas cosas que se encontraban dentro de ese lugar.
— Ya te lo dije, encontramos algo y nos vamos.— Dijo algo molesto el niño, saliendo frustrado del armario.— No encontré nada aquí.
Escucharon un crujido del primer piso de la casa, la señora había llegado. Los niños dieron un salto y desesperados por no ser descubiertos, Wonsik salió corriendo dejando a _____ sola ahí. Miró a su alrededor con apuro, los pasos de la mujer de avanzada edad se escuchaban cada vez más cerca, chocó contra un velador y se escondió bajo la cama.
Vio unos pies avanzando por la puerta, su corazón latía con mucha fuerza, la adrenalina estaba domando su cuerpo. No quería ser descubierta así que se echó hacía atrás para no ser vista, percatándose de que cuando chocó con aquel mueble había botado una caja pequeña de color celeste brillante pero con algo de polvo. Esta de inmediato llamó su atención, olvidando a la señora que rondaba por ahí en la habitación. Trató de acercarse para tomar aquella caja.
— ¡Wonsik! ¡_____! ¡¿Por qué mi cuarto está hecho un desastre?! — Gritaba la señora de edad algo enojada, en eso el pequeño niño se asoma.—
— Estábamos jugando a las escondidas.— Miró con inocencia a la mujer.—
— ¿Y _____? — Le sonrió, tragándose toda la patraña del pequeño.—
— No sé, la estaba buscando, ella sabe esconderse bien.— Dijo buscando con la mirada a _____ con nerviosismo.—
La niña se asomó por detrás de las piernas de su abuela solo para que Wonsik la viera, haciéndole un gesto para que intentara llevársela del lugar. El chico asintió y volvió a su cara de inocencia extrema.
— Abuela, ¿Me ayuda a encontrar a _____? La he buscado por todos lados.-— Le hizo un lindo puchero y ella no dudo en aceptar.—
— Por supuesto, dos cabezas buscan mejor que una.— Río la mujer.—
— ¡Vamos! – Apresuró Wonsik a la vieja mujer, sacándola del cuarto.
Al ver que los dos abandonaron el lugar, regresó su atención a aquella caja hermosa a sus ojos, volvió a asegurarse de que uno hubiera nadie cerca pero aun así no salió de debajo de la cama. Removió el polvo visible que tenía la caja, la observó con detalle y vio que tenía un pequeño candado, decepcionada por no poder ver lo que había dentro, solo se quedó mirándolo con más curiosidad. Trató de forzarlo, ¡Bingo! El candado estaba tan oxidado que con moverlo un poco se abrió.
Quito este con apuro y ansiedad, pero a su vez cuidado para después guardarlo sin marcas. Lo abrió con cuidado, era una especie de joyero, estaba acolchado con un terciopelo rojo y tenía un lindo espejo en la tapa recubierto con una capa de polvo. Pensó en limpiarlo pero se dijo a sí misma “No, tiene que estar tal cual lo encontré”, no toco nada. Se percató que en una esquina había algo sobre saliente, su curiosidad fue más fuerte que su convicción de “no tocar nada y dejar todo intacto”.
Tiró de este pedazo sobresaliente dándose cuenta de que la caja, ahora joyero, tenía un doble fondo y al parecer, ella era la primera en descubrirlo ya que costaba quitarlo. Cuando logró sacarlo, se fijó que había un relicario en ese doble fondo, se veía muy viejo, incluso más viejo que las joyas que acostumbraba a usar la abuela. Desviando la vista la volvió al pequeño espejo, quedando petrificada. . .
El polvo había sido levemente removido, pero lo suficiente para leer lo que había escrito en él. La chiquilla se quedó quieta, tenía miedo. Volvió a ver el relicario, de nuevo al espejo. Su terror fue tal que tomo la joya vieja, salió de debajo de la cama y asomó la cabeza por la puerta. No había nadie en el pasillo y siguió con su camino, su objetivo principal era llegar al patio trasero sin tomarse con Wonsik ni con la anciana.
Logró salir de casa con éxito, corriendo a los pies del árbol gigante que se encontraba en su patio. Volvió a echar un vistazo alrededor para cerciorarse de que ninguno de los dos estaba próximo a ella, centro su visión de nuevo a los pies del árbol, cavó un hoyo con su diminuta mano lo suficiente para que cupiera el joyero. Metió este dentro del agujero y se levantó.
— Te libero, ahora puedes ser libre.— Aun con miedo, tapó con la tierra que había removido antes el joyero, para después colocarse el relicario que había encontrado dentro de este.— Pero si me prometes protegerme de todo ¿Si? —
Puso una flor sobre aquella tierra y se fue del lugar, con lindo collar nuevo. . .
❝Ayúdame
Por favor❞
[FIN DEL FLASHBACK]
