capítulo 1

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Por fin llegué a casa, es miércoles, ¡cuanto odio los miércoles!, hacían que mi vida fuera más aburrida de lo que ya era, tenía materias que detestaba y profesores que no soportaba, el peor día de la semana.

Llegar a la casa era siempre básicamente lo mismo, estudiar, comer, ver alguna serie o tocar algún instrumento si es que me quedaba tiempo, por lo que habían días que no podía hacer ninguna de las cosas que me gustaban. Tiempo, siempre ha sido eso, el maldito tiempo, nunca alcanzo a hacer nada que me haga feliz, los deberes me consumen la mayor parte del día y luego debo ordenar mis cosas para ir a la escuela al día siguiente y la historia se repite, una rutina interminable para una adolescente que cursa su último año de secundaria y que solo quiere viajar, explorar, conocer nuevos lugares o tener una aventura como esas que leía en los libros, pero sabía que era prácticamente imposible, no había posibilidad alguna de que un hombre alto, de aspecto viejo, una larga barba, con túnica gris y un sombrero que pareciera de mago tocara mi puerta y me preguntara si estoy lista para vivir una aventura, no, eso no pasa en la vida real.

...

Desperté al día siguiente y apagué la alarma, ya solo quedaban dos días para el fin de semana, por fin. Bajé de mi habitación, tomé desayuno y fui a esperar el bus. En 30 minutos ya había llegado a la escuela, la primera clase del día jueves había comenzado; Física. La física me gustaba, durante la secundaria le empecé a tomar mucho interés, pero había un tema que era el que realmente me atraía y me interesaba. Espacio-Tiempo, especialmente, los "Viajes en el tiempo."

Sin darnos cuenta la profesora comenzó a hablarnos sobre eso, bucles temporales, agujeros de gusano, etc. Fue una clase genial, La mejor de hace mucho. Llegó la hora de la comida y fui con mis "amigos" a almorzar. Aun que la verdad no eran amigos como tal, solo estábamos juntos durante el almuerzo, tampoco podía hablar con ellos sobre algo serio o sobre como me sentía, y se supone que con los amigos se debería poder hacer eso y apoyarse el uno al otro ¿no es así?. La mayor parte del día me la pasaba sola, estudiando o haciendo cualquier otra cosa, siempre he vivido en mi propio mundo y tengo que admitirlo, pero nunca he tenido a alguien para llamar mejor amigo, suelo ser muy independiente conmigo misma, pero... a veces siento que la soledad me matará de a poco, a veces siento que necesito a alguien, alguien en quién confiar, alguien como un amigo de verdad.

...

— Hey Lou, has estado distraída todo el día, ¿estás bien? — me preguntó Paul, un chico alto y risueño que almorzaba conmigo a veces.

Me encontraba sumida en mis pensamientos, cuando me di cuenta de que todos estaban en silencio y ahí fue cuando reaccioné.

—¿Me dijiste algo? —Le dije a quien quiera que me haya hablado, realmente no había puesto atención.

—Sí, te pregunté si acaso te encuentras bien, has estado distraída desde la primera clase — se rió mientras fruncia su ceño.

—Oh sí, solo que el tema que hablamos hoy, es tan interesante, fue una clase genial. —le dije con tono amable, pero aún hundida en mis pensamientos.

—¿Ahora quieres viajar en el tiempo? —se rió. ¿Es realmente posible eso? no te creerás todo lo que dijo la profesora ¿no es así? está media loca, o eso es lo que dicen. —me dijo con tono burlesco.

Lo miré y mi voz se volvió seria.

—Pero, ¿y si se pudiera? hay tantos testimonios, tantas teorías científicas, se han hecho experimentos con relojes atómicos gemelos basados en la teoría de la relatividad especial de Einstein. El tiempo es complicado, pero no imposible. —le dije tratando de convencerme a mi misma que no sueno como una loca.

—Ya relájate, y come tu comida "viajera del tiempo" —me dijo riendo mientras daba un bocado a su almuerzo, mientras yo seguía con mis dudas constantes por si el hecho de viajar en el tiempo era posible o no.

...

Eran aproximadamente las 11 en punto de la noche, estaba terminando de estudiar para un examen de matemática que tenía al día siguiente, aún no me ponía la pijama, llevaba una sudadera azul oscura, unos pantalones negros y unas converse negras. Cuando en medio del silencio escucho un ruido parecido a un soplo de viento, me pareció extraño porque no era un viento común, era distinto. Sin hacer ruido para que no me escucharan mis padres, bajé de mi habitación y miré de la ventana de la sala en la que se podía ver la calle, en la esquina de esta, se veía solo una luz que parpadeaba constantemente, la curiosidad me ganó, así que rápidamente, tomé las llaves de la casa y fui a mirar, deseando que mis padres no hayan escuchado la puerta cuando la cerré, porque de seguro me matarían si supieran que salí sola a esas horas de la noche. 

Me dirigía a ese sonido y luz que despertaron mi curiosidad, aunque siendo sincera no esperaba la gran cosa, pero mientras caminaba la luz se apagó y el sonido se detuvo, aún así seguí caminando y doblé en la esquina de donde provino. Lo que vi me dejó sorprendida pero la confusión era mayor.

—¿¡Qué demonios hacía una cabina de policía en cambridge!? 

how i met the doctor [twelve/doctor who] Where stories live. Discover now