Por desgracia, la tormenta había provocado que las calles se quedaran vacías. Solo estaba él y algún que otro errante desplomado en el suelo, ya fuese por el alcohol o porque su vida había sido tan desgraciada que una simple tormenta no significaba nada.

Los pasos de Wei WuXian cada vez aumentaron de velocidad, entrando a cualquier callejón que sus ojos veían mientras intentaba recordar el lugar exacto donde las había comprado, pero nada.

La lluvia cada vez era más fuerte y su capa había quedado completamente empapada, haciendo que el agua la traspasara y su cuerpo se mojara poco a poco. No negaría que el frío empezaba a ser insoportable, pero el pánico al no poder encontrar a la vendedora se estaba apoderando de él.

No sabía cuanto tiempo había estado deambulando por las calles desoladas, pero desde hacía un par de minutos se había quedado sin aire al estar corriendo de un lugar a otro. Se apoyó en la pared de un callejón oscuro, se abrazó a si mismo y respiró profundamente, intentando pensar claramente.

Otro relámpago iluminó el cielo, haciendo que inconscientemente Wei WuXian se asustara. Rápidamente negó con la cabeza y volvió a caminar bajo la terrible lluvia, no era momento de recordar el pasado.

—¡Alto ahí!

Una voz hizo que su cuerpo se congelara.

Cuando se giró lentamente su cara palideció al instante.

Detrás de él habían dos jóvenes soldados de la guardia real, vestían sus túnicas blancas y azules y habían desenfundado sus espadas apuntando hacia Wei WuXian, pero lo que realmente causó que el cuerpo del cultivador temblara de miedo fue al ver el enorme perro al lado de los guardias.

—P-Pe... —tartamudeó aterrorizado.

El cuerpo de Wei WuXian se movió por si solo mientras que su mente se llenaba de recuerdos horribles. El pánico se había apoderado completamente de él y lo único que quería era subir a algún sitio alto para que el perro no llegara a él, pero no podía pensar con claridad y cada vez que escuchaba los ladridos amenazadores del animal el miedo aumentaba.

Giró varias veces intentando despistarlos pero era imposible, el perro podía percibir el aroma del cultivador a gran distancia. De repente, Wei WuXian se resbaló con el suelo mojado, provocando que cayera al suelo y el agua salpicara, empapándolo de nuevo.

Intentó levantarse pero por culpa del pavor sus piernas no reaccionaron.

Podía oír cómo se acercaban los soldados y el animal, su respiración se volvió agitada y apenas podía ver claramente. Cegado totalmente por el miedo solo vio un rayo de luz al pensar en cierta persona.

—¡Lan Zhan! —gritó con sus ojos cerrados.

Era realmente patético...

¿En serio había creído que Lan WangJi había sentido lo mismo que él?

¿De verdad pensaba que...?

Las lágrimas habían empezado a caer por su rostro.

Siempre empeoraba las cosas y por su culpa la vida de las personas más cercanas e importantes para él eran arrebatadas y él nunca podía hacer nada...

La culpa era suya...

"Si tan solo no existiera..."

—¿Wei Ying?

Las voces en el interior de la cabeza del cultivador cesaron y deseando que no fuera producto de su imaginación, giró su cabeza hacia la dirección de la suave y cálida voz.

Lan WangJi estaba en frente suya, tan elegante cómo lo había visto la primera vez, mientras sujetaba una sombrilla de papel que lo resguardaba de la lluvia. Parecía estar ligeramente sorprendido, seguramente al ver el estado del menor, pues estaba totalmente empapado; sus manos y cara tenían un leves heridas debido a la caída y a pesar de la lluvia, Lan WangJi pudo diferenciar las lágrimas que caían por su rostro.

Loyal Knight.Where stories live. Discover now