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Era un hermoso día para ir a la playa. Laurie había invitado a las hermanas March y a unos amigos de Londres; Ted Bund y su hermana Kate a un camping con vista al mar. También estaba invitado el señor Brooke, cosa que le hacía mucha ilusión a Meg. Jo le leía un cuento a Beth mientras ella acostaba su cabeza en su falda. Jo no era lo mismo que Sienna, pero Beth disfrutaba mucho de sus historias también. Meg hablaba con el señor Brooke a la orilla mientras ella le enseñaba a tirar piedras al estilo sapito para que no se hundieran. Amy charlaba con Kate y al mismo tiempo coqueteaba um poquito con su hermano Ted "prepárate Ted, yo voy a ser la mujer que te va a ir a perseguir hasta londres".

Y Sienna y Laurie jugaban a simplemente perseguirse el uno al otro sobre la orilla del mar, un turno cada uno. Corrian de allá para acá y viceversa. Cuando se cansaron simplemente bajaron la intensidad y empezaron a caminar, uno al lado del otro "Yo se algo que tu no". Sienna lo agarro de los hombros y lo obligo a contárselo "¿Por casualidad Meg perdió un guante?". Sienna sonrió y recordó como su hermana lo andaba buscando día y noche "¡Si! El señor Brooke lo tiene, ¿Verdad?". Laurie movió la cabeza de arriba a abajo "Si, lo tiene en guardado en su bolsillo".

"Es súper romántico" y fue ahí que los dos intercambiaron miradas. Tanto tiempo se quedaron mirándose uno al otro que Sienna olvidó porque había apartado a su íntimo amigo del grupo "¡Ah! Se me olvida, tengo algo para ti". Eso fue lo que llamo la atención de Laurie, que fue incrementando al ver cuanto tardaba Sienna en buscar en su bolsillo "¡Acá esta! Cierra los ojos Teddy, y abre tus manos". El chico hizo lo que la chica March le indicó y unos segundos más tarde sintio como algo pequeño era apoyado en su palma, solo en ese momento se dignó a abrir los ojos, y lo que vió le encantó.

Era un pequeño anillo que brillaba con la luz del sol. El lo agarró y lo miro con curiosidad "Era un anillo que encontré cuando era pequeña en el pasto, desde ese momento se volvió mi amuleto de la suerte". Laurie no entendía porque ella quería que el lo tuviera "¿Pero porque me lo regalas? Es tu anillo de la suerte". Sienna sonrió con ternura en sus ojos, el no tenía ni la más mínima idea de lo importante que el se había vuelto para ella. Como su corazón palpitaba muy rápido cada vez que el estaba cerca, o como ella no podía evitar sonreír cada vez que el le regalaba una sonrisa el mismo. El lugar más hermoso para Sienna en donde estar se habían vuelto entre los brazos de Laurie.

"Te lo estoy regalando Teddy porque desde que llegaste a la vida de mis hermanas y mía, no has sido más que nuestro mejor amigo, nuestro confidente, nuestra roca, nuestro amuleto de la suerte. En especial mi amuleto de la suerte" Sienna no pudo decir más porque se tiró arriba de él a abrazarlo. Laurie amaba tener a Sienna cerca, más cuando podía acariciarle el cabello y sostenerla con fuerza "Te quiero Teddy, en serio lo hago". El joven Laurence sintió como su corazón se calentaba "Yo también Si, y mucho".

El verano empezó a pasar y los climas eran cada vez más fríos. Sienna siempre decía que estos momentos, en donde el clima cambia de frío a caluroso entre días, era la época en la que más expuesto a las enfermedades estabas. Tenias que estar muy atento a la vestimenta y siempre abrigarse de más, eso ahuyentaba cualquier malestar no deseado. Sienna realmente pensó que este sería un otoño tranquilo hasta que un día, alguien golpeó la puerta de la casa de los March. Ella estaba leyendo, una costumbre que incrementaba en los dias de invierno donde salir se volvía cada vez menos una opción de entretenimiento. Una buena manta, te caliente y un libro eran la mejor combinación para un día tranquilo de invierno. Pero este claramente no iba a ser uno de esos.

"¡Sienna!¡Te buscan urgentemente!" Dijo Jo desde la planta baja de la casa. Sienna salió de su escondite con pereza y bajo las escaleras. Fue extraño encontrarse en el marco de la puerta principal de su casa a uno de los mayordomos de los Lauren, si Teddy o el mismisimo señor Lauren no habían venido en persona era porque algo grave había pasado. Ella se acercó al hombre "Buen día señorita, perdón por importunar su día, pero el señor Lauren me ha mandado a llamarla porque el joven Lauren ha enfermado grave, y usted sería apta para el trabajo".

La chica nunca pensó que su corazón pudiera ir tan rápido. Corrió escaleras arriba, agarró todo lo que podía necesitar (sus medicinas y hierbas caseras, abrigo y algún libro) y partió junto al mayordomo hacia la mansión Lauren lo más rápido que sus pies le permitian. Una pregunta surgió en su cabeza por un segundo, ¿Porque no habían llamado a un doctor?, pero rápidamente la descartó, no importaba ahora. Cuando Sienna llegó, el señor Lauren les abrió rápidamente "Perdón por llamarte Sienna, pero el está con mucha fiebre y aunque el doctor le dio una medicina para bajarla, le recomendó comer bien y dormir, más no hace más que llamarte. No probó un bocado desde anoche y temo que le haga mal, el esta arriba". La chica de apellido March no lo pensó dos veces y, acompañada del mismo mayordomo que la había acompañado en el trayecto de ida a la mansión, subió.

Le mostraron cual era la habitación de Laurie y ella entró. A penas abrió la puerta una cabeza se movió en esa dirección. No era el mismo Laurie que ella conocía, su Teddy, este se veía distinto. Tenia sudor por todas partes, los ojos rojos e hinchados y estaba muy pálido, más flaco de lo que ya era. A pesar de eso, sus ojos funcionaban bien, porque a penas la vio, su nombre salió de su boca despacio y débil. "¡Oh mi pobre Teddy!" Sienna se acercó a la cama y se arrodilló al costado, tomando con sus dos manos la de el que estaba de su lado. 

Laurie se movió e intentó llamar la atención de la chica, pero Sienna lo paró "estas muy débil Teddy, deja las fuerzas para otro momento, ya te vas a recuperar". Un mayordomo toco la puerta y entro al cuarto "señorita, ¿va a necesitar algo?" Sienna pensó en todo lo que necesitaría "Por favor señor, necesito que se le avise a mi familia que me quedaré al menos dos días aquí, también necesito unos paños de agua fría y que para el almuerzo le hagan al joven Laurence una sopa de puerro y calabaza, con crema por favor".

El mayordomo anotó todo y en menos de una hora ya tenía todo lo que necesitaba. Sus hermanas le habían mandado todo lo necesario para subsistir dos días en la mansión junto con mucha buena suerte para que Laurie se mejore. Los paños de agua fría eran casi magicos, porque después de aplicarle cuatro, la fiebre de Laurie empezaba a bajar. Para el almuerzo Sienna logró sentarlo y darle de comer, aunque aún seguía con los ojos cerrados y no le hablaba. Estaba como en ese transe en el que estás cuando estás muy cansado.

Así estuvo todo el día hasta la noche, pero la chica estaba contenta de que pudo terminarse todo un plato de sopa. El señor Laurence pasó a verlo un rato, parte para chequear que el estuviera bien y parte para ver si Sienna lo estaba "Sienna querida deberías ir a dormir al cuarto de huéspedes, aquí te hará mal". Pero la chica se rehusó, quería estar con Laurie. Cuando Sienna empezó a tener sueño puso la cabeza en el colchón de la cama y se quedo dormida sobre la mano del chico. No durmió mucho ni estaba muy comoda, pero valió la pena, porque a la hora en que ella se despertó, Laurie también lo estaba, y se notaba que el remedio, la comida y sus cuidados habían hecho efecto.

La chica no pudo aguantar la emoción de verlo mejor y se tiró a abrazarlo. Laurie, a su tiempo, le correspondió "¡Ay Teddy me asustaste mucho! Cuando me vinieron a buscar diciendo que habías enfermado grave mi corazón casi se me sale del pecho" dijo aún en los brazos del chico. "¿Porque te llamaron?" Y era lógico que no recordara nada de lo que había dicho en sus delirios "Tu abuelo me mandó a llamar porque en tus delirios, lo único que hacías era decir mi nombre".

Cualquiera se hubiera reído de lo rojo que estaba Laurie, pero no Sienna, particularmente porque no tenía idea de que se estaba sonrojando por eso, pensaba que eran los rastros de la fiebre y la enfermedad que le quedaban. Cuando ella rompió el abrazo del chico, Sienna apoyó su cabeza en el pecho de el y ahí se quedó. Laurie levantó su brazo y empezó a acariciarle el pelo. Después de un tiempo, ella cayó dormida al instante. Laurie la admiró un poco hasta que el sueño también le ganó, y cayó dormido.

El señor Laurence estaba leyendo un libro en su escritorio cuando uno de sus mayordomos tocó la puerta. Este lo hizo pasar y le preguntó que era lo que el necesitaba "Señor, supongo que querrá ver esto". El señor Laurence no entendió de que era de lo que estaba hablando su mayordomo hasta que este lo llevó al cuarto de su nieto y abrió la puerta. Laurie, semi acostado y dormido contenía a Sienna con fuerza entre sus brazos. Ella, también dormida, estaba aferrada a Laurie y descansaba su cabeza en el pecho del chico "Diría que trajeran a un pintor que retratara esto, pero no creo que fuera conveniente, vamos, dejémos a los tortolitos dormir tranquilos".

Sienna March 《Little Women》Where stories live. Discover now