Nada Importa Temp. 1 y 2

CAPÍTULO 3 [segunda temporada]

- A John no le mola la idea de que estés conmigo, ¿no? – dijo Mike entrando en la habitación –

- Para nada... no se fía aun de ti

- Es un poco bipolar... cuando no salías de tu habitación era muy simpático conmigo

- Es simpático contigo excepto cuando yo estoy contigo – dije riéndome –

- ¿Terminaste de colocar todo lo tuyo? – dijo cambiando de tema -

- Estoy en ello – dije con un poco de vergüenza –

- ¿Quieres que te ayude? Cualquier cosa puedes decírmelo, ¿vale? Te recuerdo que somos pareja – dijo bromeando –

Estuvimos colocando la ropa mientras me contaba cosas sobre sus padres. Se nota que no tenían buena relación y la verdad es que me daba un poco de corte preguntar por qué.

- Y... ¿Quiénes vamos a estar mañana?

- Mhm... mis padres, mi hermano con alguna chica que pille por el camino y mi hermana con su novio súper perfecto – dijo con asco –

- Explica

- A ver mi hermano y yo siempre hemos sido muy independientes a todo, sobre todo a mis padres. Por el contrario mi hermana siempre fue súper aplicada en el colegio y súper obediente. Además a mis padres les cae muy bien su novio pijo.

Mis padres siempre nos dicen a mi hermano y a mí que no hay forma de que nos tomemos las cosas enserio, que no somos ni capaces de tener novia, por eso quiero que estés conmigo, así me dejan en paz...

- Vale... - dije aun asimilando todo –

- Por cierto, mañana mi hermano vendrá temprano, así conoces a él y a la chica que traiga y no estás tan incómoda con mis padres

Asentí y bajé a la cocina con Mike

- ¿Qué le apetece comer a la señorita Parker?

- Creo que acabamos antes si me dices que sabes cocinar – dije riéndome –

- Si... la verdad es que si... ¿Sabes que me sale genial?

- Dime – dije -

- El agua hervida, cielo, el agua hervida. – ambos empezamos a reírnos –

- ¿Quieres que cocine yo algo? – dije abriendo su nevera –

- No te preocupes, mejor salimos a comer mejor – dijo Mike cogiendo las llaves de su coche. -

Después de cenar fuimos a casa de Mike y estuvimos hablando tirados en el sofá. Por la noche me preparé una infusión ya que tenía bastante frío

- ¿Puedo preguntarte algo? – dijo Mike curioso

- Claro – dije mientras me sentaba a su lado –

- ¿Por qué no comías? – dijo probando la infusión – Y esto esta asqueroso – reí

- No tanto. Con azúcar mejor – dije mirando al suelo – verás... no es lo que crees – hizo un amago de hablar, pero le interrumpí – no es por el físico. No tengo ningún problema. Es solo que le cogí asco a la comida. Estuve tanto tiempo en mi habitación medio... si, medio muerta, que le cogí asco a todo lo que no fuese escribir, dormir o habar sola.

- ¿Escribir? ¿Qué escribías?

- Nada. Todo. No sé. Cosas. Tengo un cuaderno con algunas apuntadas. Si quieres puedes leerlo

- ¿No te importa?

- No. Las que ni de broma dejaría que las leyeses están en mi casa así que...

- ¿Por qué no dejarías que las leyera ni de broma?

- Quizá más adelante. ¿Te importa si me voy a dormir ya? Estoy agotada

- No. Claro que no ¿Pruebas a ver si sabes llegar hasta la habitación? – vaciló –

- Claro que se – besé su mejilla y fui a la habitación para quedar dormida pocos minutos después de tumbarme –

*Al día siguiente*