PRÓLOGO

55 8 0
                                    

He oído que ante las personas debes mantener una compostura marcada por una sociedad falsa e hipócrita dispuesta a dejarte llegar lejos o dejarte atrás dependiendo de una simple imagen que tengan de ti.

He oído el amor es ciego y tonto, pero sobre todo ciego; y que por culpa del amor somos capaces de hacer tantas cosas que en cualquier otro escenario no haríamos...

He oído tantas cosas...

Las segundas partes nunca fueron buenas, y una sola gota de negro puede enturbiar un vaso de agua limpia. Madrid debe ser mi gota negra. Desde que estoy aquí no dejo de ir a hospitales... de nuevo estoy ingresada en uno...

Peso bastante menos de lo que debería de pesar.

Me acabo de despertar y siento el dolor en el brazo de todos los días causado por la vía.

- Buenos días – dijo una doctora entrando en mi habitación

- Hola – dije como pude – quiero salir de aquí – protesté

- Cuando comas

- Como. Es mi cuerpo que no lo engorda – dije mirando mi tripa –

- Sé dónde escondes la comida así que a mí no me mientas. Hasta que no engordes y demuestres que comes no vas a salir del hospital, recibir visitas o recuperar tu móvil

- ¿Si cómo me dejáis hacer eso?

- Si

- Te prometo que comeré

- Esto tengo que verlo – dijo para a los dos minutos volver con comida –

Comencé a comer y no paré hasta ver que el plato estaba vacío. Sonreí victoriosa. Es la primera vez en mucho tiempo que me como un plato completo

- Muy bien Ali. Si haces esto toda la semana te quitaré la vía y quizá más adelante pueda darte el móvil.

Una vez que ella salió de la habitación volví a recostarme.

Las segundas partes nunca fueron buenas.

Nada Importa Temp. 1 y 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora