Aquella mañana gris.
Tus palabras rebotaron en mis oídos.
De repente.
Sin avisar.
La soledad me embargó de nuevo.
Esta vez con más fuerza.
Me fundió en una espiral oscura.
De la que no podía salir.
O no quería.
Aquella mañana gris.
Tus palabras rebotaron en mis oídos.
De repente.
Sin avisar.
La soledad me embargó de nuevo.
Esta vez con más fuerza.
Me fundió en una espiral oscura.
De la que no podía salir.
O no quería.