-¡Hey Eds!.-El de anteojos jalo a su compañero de la mochila captando su atención.
-¿Qué sucede?
-Pensaba en que si podríamos salir, tal vez al Aladdin o por otra parte de este asqueroso pueblerucho.-Pregunto con un manojo de nervios pero no tan obvios para el menor.
-¿Con los demás chicos?.
-No, tu y yo, solos.
-Ah, claro no veo el porque no.-Sonrió, causando en el de gafas un sin fin de sensaciones que de las cuales nunca se cansaria.
-Paso por ti.-El de gafas le sonrió al hipocondríaco causando en el un sentimiento que ya habia sentido antes por el. Pero que no sabía muy bien que significaba.
-Claro, nos vemos.
Ambos comenzaban a caminar rumbo a su casa, pero antes de que el de anteojos se marchase el de menor estatura le gritó llamando su atención.
-¡Hey Richie!
-¡¿Qué sucede?!
-¡No me llames Eds, idiota!
-¡Claro, yo también te quiero Eds!
El menor rodo los ojos tratando de que una pequeña sonrisa no asomara por su boca.
Si que ese bocazas lo ponía aveces un poco loco.