capítulo 85 - Hundida -

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Permaneció callada, no estaba dispuesta a contar nada, no queria decirles la verdad a unos estúpidos niños que la habían tachado como mala, no queria revivir de nuevo el recuerdo, y no queria escuchar como todos fingian triztesa y pena cuando no habian conocido a Dereck para que lo juzgarán y no habian ayudado a Dorian.

Pero el prefecto parecía decidido - Nuestra casa se encuentra muy mal - se escuchaba suplicante y avanzo hasta la chica - El año pasado uno de nuestros compañeros murió en el ataque al tren, nuestra compañera Minerva esta en la enfermeria y ahora se corre el rumor de que Dereck nuestro compañero fue el verdadero atacante - sintió que estaba detras de ella como si la asechara pero sólo veía el suelo sin expresión alguna - Y ahora lidiamos con la perdida de Dorian sólo queremos saber la verdad -

Dumbledore ni el Ministerio habian dicho lo que verdaderamente sucedió después de todo aún seguia en investigacion, por eso los alumnos esperaban con ansias el chisme completo (aunque ya se creaban muchas supocisiones pero ninguna tan cerca como la verdadera) ya se sabia que Dereck si era el atacante y que Casidi era una víctima pero algunos aún seguían confundidos como el caso de la casa de Hufflepuff que hasta en aquel momento era la casa que se sentia más culpable, se sentían tristes ante la perdida de otro compañero y desconcertados al pensar que alguien miembro de su casa era el que había cometido toda aquella crueldad.

- ¿Podemos hablar en privado? - a el chico tambien le parecía molestar la audiencia.

Podía llegar a comprender la desesperación del prefecto y por qué su insistencia después de todo era su casa la que estaba siendo afectada y juzgada pero no podía hablar, pensar en lo que había sucedido la hacia temblar y querer echarse al suelo a llorar.

Lo que menos quería en aquellos momentos era mostrarse débil y vulnerable ante el resto.

Para su lastima la tomaron del hombro y trataron de darle la vuelta para continuar con la charla, se asusto, su mente por un segundo recordó el duelo en el gran comedor y la guerra que habia vivido en Hogwarts, ante sus ojos aparecieron el rostro de Dereck y el de Voldemort quienes sonreían de manera siniestra.

- ¡No me toques! - grito, se sacudió y retiro la mano del Hufflpuff de inmediato, su mente estaba jugando de nuevo con ella, el chico tenia los ojos abiertos ante repentino grito y todos los alumnos que los rodeaban permanecieron en silencio - Perdón - susurro mientras retrocedia lentamente, sus manos temblaron, sintió ardor en su garganta y respiraba con agitación - Yo... lo lamento -

El chico seguía desconcertado y Casidi dio media vuelta con brusquedad para huir y esconderse sólo sintiendoce así a salvo pero cuando su cuerpo dio vuelta choco con el de alguien mas, levanto su rostro y se encontró con el de su padre, su cabello castaño estaba despeinado, sus ojos brillaban, sus gafas redondas estaban al puente de su nariz pero su rostro estaba serio y preocupado.

- ¿Estas bien? -

Quizo echarse a llorar ahí mismo ya sin importar donde se encontraba, era la primera vez en mucho tiempo en el que escuchaba a su padre hablandole, habia extrañado tanto su voz, habia extrañado su tono y su forma de mirarle, sintió un dolor en el pecho al verlo preocupado pero también le dolió el que actuará tan normal cuando en todo aquel tiempo la habia tratado muy mal.

- Lo lamento - también se disculpó con él por haber chocado pero lo hizo de manera mas fria, lo evitó y camino muy rápido a el siguiente pasillo, escuchó como al pasar volvían a hablar de ella pero supo que ni James ni el prefecto de Hufflepuff la seguían.

Las primeras dos horas Casidi permaneció en cama, echada mirando a la nada y sintiendo que el tiempo avanzaba de manera lenta.

A la tercera hora se levantó se dio una ducha con agua fría y trato de olvidar todos sus problemas.

Conociendo a los merodeadores (Sirius Black Y Casidi Potter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora