Capitulo 31 "Una noche de pelos"

2.7K 221 4
                                    

Una lluvia caía por los alrededores de Hogwarts pero los alumnos estaban para su suerte adentro de las paredes del castillo dormidos en sus cómodas camas, con sus mantas cubriendolos del frío, todos excepto una chica.

Casidi corria por el bosque prohibido, su largo cabello estaba mojado y pegado a su cuerpo y su rostro. La ropa, rodillas y manos (gracias a las tantas veces que se calló y se volvió a levantar) estaban llenas de lodo, sus lentes estaban empañados por la lluvia, saltaba las ramas y las raíces de los árboles que sobresalían, piso charcos provocando que sus calcetas terminaran mojadas, los rayos apenas iluminaban su asustado rostro, y el sonido de los truenos, las ramas agitarse y las gotas caer no dejaban que escuchará su propia respiración agitada.

Resbaló por el lodo cayendo de rodillas voltio la cabeza detrás de ella cuando escucho un gruñido y se paró enseguida.

- No creo que sea buena idea -

- No tenemos opción tiene que ser hoy, es el único día en el que Lucios estará en el bosque -

Avery y Severus hablaban en el solitario pasillo del tercer piso, aunque era medio día y los alumnos seguían en sus clases parecía que para su suerte nadie se encontraba en esos rincones.

- Escúchame Severus - dijo Avery empujándolo contra la pared - todavía no cumples con tu parte del trato y el profesor está impaciente haci que es mejor que le entregues eso a Lucios que si no estarás fuera del club -

Snape pareció tragar saliva y su mano se dirigió a su bolsillo donde estaba su varita - ¿ A qué hora me pidió verlo? -

Avery sonrió - A la media noche -

Casidi que escucho los paso de Avery acercarse a dónde ella estaba escondida corrió para entrar a un salón de clases y permanecer en silencio hasta que Avery y Snape desaparecieron del pasillo.

Un dolor en el hombro la hizo darse cuenta que su herida seguía sangrando y que su apresurado hechizo para detener la emorragia no funcionó, la pelirroja sintio que las piernas le fallaban por el cansancio y se doblo el pie cuando piso mal en un salto que dio, empezó a tropezar a cada dos pisadas y sus gafas se resbalaban de su nariz, colocó la manos antes de estamparse contra el suelo sintiendo la fría agua de los charcos.

- El profesor Dumbledore no está - la imponente figura de Mcgonagall se paseaba por su oficina -¿Por qué tanta urgencia de verlo señorita Potter?-

-¿A qué hora volverá? - pregunto con impaciencia -¿A dónde ha ido?-

- Me temo que no poseo esa información, le ha surgido un problema y le ha llegado una carta urgente, no tuvo más opción que salir del castillo -

Casidi algo enojada se dirigió a la puerta y la abrió con fuerza pero antes de azotarla la profesora volvió a preguntar.

- ¿Por qué tanta urgencia de verlo?

La pelirroja dio media vuelta - Por nada, ya lo tengo arreglado - y salio del lugar.

Escucho como unas pisadas muy rápidas y fuertes se acercaban a ella, el lugar era tan oscuro que Casidi no lograba ver nada, la luna no reflejaba los cielos por que los árboles tan densos no permitían el paso de la Luz.

- No debí haber venido - dijo Casidi en un susurro - Soy una idiota - mencionó regañandose a si misma, se empezó a arrastrar para atrás y sin dejar de ver de dónde creía que venían los ruidos.

Un trueno iluminó el lugar, sacó su varita pero antes de usarla a el objetivo que logro ver por unos escasos segundos callo para tras.

Casidi veía una pequeña lluvia caer afuera de Hogwarts se levantó de la cama y se asomó por la venta preguntandose si Severus iría aún con lluvia y en medio de la noche o si Lucius se arriesgaría para aparecer muy cerca de Hogwarts.

El cuerpo de Casidi rodó cuesta abajo, sus brazos trataron de detenerse pero estaba tan inclinado el suelo que caía con mucha fuerza y velocidad, sin ser consciente se perdía por una rampa de tierra y lodo, se deslizó y sintió las piedras encajarse en sus brazos y piernas, soltó su varita perdiendola en el camino y se dio cuenta que caía en un lugar más oscuro y más solo.

Se coloco sus botas y ropa cómoda, pero antes de salir de la habitación donde dormían todas sus compañeras se aseguró de llevar su varita.

Estaba de espaldas pero cuando escucho un cuerpo caer desde las alturas, un gruñido y vio unas patas peludas levantó el rostro, gracias a un rayo de luz de la luna llena vio a el hombre lobo que se encontraba ante ella, y supo que Remus no la reconocía.

__________________

Capítulo corregido aún puede tener fallas

Conociendo a los merodeadores (Sirius Black Y Casidi Potter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora