1-Amigo de nadie.

164 13 0
                                    

Tome su brazo sin  lastimarla, sabia que ella forcejearía conmigo para alejarse. Sus ojos estaban rojos y las manos le temblaban. Ella era tan dulce que no merecía el sufrimiento por el que estaba pasando.

Nuestro amor era tan puro y esto lo ha manchado-Por favor, Ava. Te juro que no es lo que piensas-Tome su cara entre mis dedos para hacer que me mirara. 

Cerro los ojos apretándolos dejando que las lagrimas rodaran por su mejilla hasta la barbilla.

Bruscamente quito mis manos-¿Que me vas a decir?¿Que no eres tu?-agarro su celular para mostrarme cada foto que le habían llegado.
-Si soy yo, pero déjame explicarte-respondí rápidamente para evitar que se fuera antes de darle una explicación.
Como una niña de cinco años se tapo los oídos y comenzó a caminar nerviosa-no quiero oírte mas, Justin. 
-Si tan solo me dejarás...-le aparte  las manos para que me escuchara.
-No voy a dejarte explicarme nada,me engañaste. Te amo pero te burlaste de mí-Aquellas palabras fueron  fulminante para mi. Podía ver como eso lastimaba a la mujer que amaba, y en ese momento me di cuenta que ya no había vuelta atrás.- él tenía razón.

Se saco el anillo que le regale en nuestro primer aniversario como promesa de que algún día lo cambiaría por una alianza de matrimonio. Lo sostuvo mirándolo por unos  segundos y luego lo lanzó sobre el sofá. 

Salio de la casa con su corazón roto y llevándose el mio con ella.

¿Él? Entonces era verdad, alguien mas estaba detrás de esto.

Quien sea que había creado todo aquello para destruir nuestra relación, lo había logrado.

Mi mejor amigo llego minutos después de recibir  mi llamada- Lo siento tanto, Bro. Se que la amas, no debieron terminar  así- palmeó su espalda consolándome- ella es una buena mujer, ya te perdonará.
-Gracias, Antoine. Pero esto no creo que tenga solución- Murmure sin muchos ánimos, llevándome las manos a la cara afincando mis codos en las rodillas.

Había pasado cada uno de los días lamentándome por algo que no hice pero que si nos afectaba, tratando de hablar con ella.

Pero cada una de mis llamadas eran declinadas .No quería saber nada de mí.

Nunca había sido un mujeriego, mis amigos si lo eran. Pero yo no, mi madre había pasado por tanto abusos de mi padre como de otros hombres con quien salia. Siempre terminaba llorando por las noches, Así que me prometí que nunca le haría pasar por nada igual a una mujer.

Cuando conoció  a Ava supe que era la mujer con quien quería casarme y formar una familia. Nuestra comunicación siempre fue la mejor, nunca pensé que algo así nos afectaría.

Todo en esta vida pasa por algo, porque a veces las preguntas son complicadas y las respuestas son simples. Pero cuando nuestra mente esta nublada, ninguna respuesta es buena para nuestro corazón. 

 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cupido nunca se equivocaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora