ღ Ineffable husbands - ONESHOTS ღ

「✦」Illogical! husbands-Una nueva oportunidad.

— Hey. — Soltó con cierto nerviosismo al ver al médico asomarse tras la puerta. Hardy llevó sus dedos al cuello de su camisa y la aflojó de un pequeño tirón, como síntoma de aquella misma emoción, aclarándose un poco la garganta antes de volver a hablar.— Bue...Buenas noches.

Las gafas de Bill reposaban sobre el escritorio, mientras que él, con sus codos apoyados sobre la superficie, frotaba y aplicaba presión contra sus sienes, intentando relajarse después de varias horas de trabajo. Sumadas al tiempo que llevaba trabajando en su estudio además. Los papeles estaban desparramados sobre la mesa cuando sonó el timbre, se levantó y fue a abrir. Lo último que esperaba era la agradable visita de aquel policía.

-Alec, no te esperaba a estas horas. Adelante, pasa.—dijo Masters antes de apartarse para dejarle pasar dentro de su casa. Una casa realmente grande ahora que vivía él completamente solo. Aunque a veces venían sus hijos de visita, o más bien cuando Libby se lo permitía.— Buenas noches a ti también.

El detective asintió con cierta timidez y dió un paso hacia el umbral, entrando al hogar del castaño. Su cerebro dió un par de vueltas para pensar en una excusa pero finalmente, el camino de la verdad le pareció el más viable.

— Sí, lo sé. — Alec sacudió la cabeza con suavidad y llevó sus dedos al puente de su nariz, bufando suavemente antes de volver su mirada al contrario.Terminó por ladear la mano, restándole importancia a su visita. Repentinamente, se sentía un poco ridículo —Esto es una tontería. Lo siento. Necesitaba escaparme de ese maldito caso durante un rato.

Una risita escapó de los labios de Hardy, que acompañó con una sincera mirada que intentaba irradiar algo de simpatía, pero que se teñía de cansancio. Masters no parecía exactamente libre de estrés tampoco.

-¿Qué dices de tonterías? Eres bien recibido aquí siempre y a la hora que sea. No debe de ser fácil llevar una vida normal y tranquila con los casos que tienes. Además, —sonrió mirandole antes de suspirar levemente y ladear la cabeza.— Me ayudaste bastante cuando me mudé. Que mínimo que ser un buen amigo.

Ambos realmente llevaban unas vidas bastante complicadas, a su manera, claro. Pero la compañía de aquel policía le reconfortaba, y no solo ahora, sino desde el momento que había decidido dejar Estados Unidos y empezar una nueva vida alejado de Libby y Virginia, aun compartiendo aquel "bebé" como solían llamar a su libro.

-¿Quieres tomar una copa? Tienes cara de querer matar a alguien como no consigas relajarte. —Masters conocía bien aquella sensación, sobretodo cuando había estado frustrado y no conseguía hacer ningún avance en su campo.

-No hay nada que agradecer. Sé mejor que nadie lo insoportable que es este pueblo, más cuando eres un recién llegado. Te conviertes en la comidilla de todos. — Alec rodó los ojos y dejó una leve sonrisa tomar sus labios ante aquel recuerdo; sin embargo, pronto arrugó su ceño con cierta vergüenza en respuesta a la última sentencia del contrario y habló con sarcasmo. — Vaya, muchas gracias, Masters.

Al policía no le venía mal desconectar un poco, aquello era verdad. Por alguna razón, aquella persona frente a él le había estado quitando el sueño desde que lo conoció, algo que no era del todo bueno. Aún así, Hardy había extrañado poder sentirse cómodo en compañía de alguien más. Le pareció buena idea aceptar esa copa, y así lo hizo. Siempre y cuando no se excediese, no resultaría ningún problema para su corazón recientemente operado.

-No me asusta ser la comidilla, o que hablen mal de mi. Si no me conocen, no saben que es verdad y que no.— ya lo había pasado mal años atrás, cuando le habían juzgado por su trabajo, por su estudio y acusado de ser un depravado.