Por amor

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Mientras más maquillaje aplicaba más cambiaba su fino rostro.
Sus pestañas eran más largas y sus mejillas más sonrojadas.
Ahora tenía un bonito pelo largo y rubio, hecho dos colegas que le caían por los hombros, sujetadas por unos lazos verdes a juego con su vestido corto,.. aunque la mirada de Leopold seguía vacía.
Una mirada fría que chocaba con el reflejo de alguien que no era.
Todo una farsa.












Hacía unos meses atrás que el pequeño Butters se declaró a su amigo de la infancia, Kenny.
Quiso que fuera algo especial asi que le invitó a un restaurante bastante caro pagado con sus ahorros.
Ese día, justo antes de la ansiada cita, Stephen castigó a su hijo por ordenar mal la alacena.
Todo parecía ir mal ese día y Butters no quería anular nada, había ahorrado mucho tiempo por este día,..así que hizo algo que jamás se atrevió a hacer. Se escapó mientras sus padres dormían para reunirse con Kenny en alquel deseado restaurante.

Aquella noche fue una de las mejores de su vida, hasta que lo dijo.

-Kenny..la razón por la que quería traerte es..bueno-.El rubio frotaba sus nudillos con fuerza, era una manía hacerlo cuando estaba nervioso.-..Me gustas mucho Kenny..y quería saber si quieres salir conmigo..

Todo quedó en silencio por un instante. El instante más largo del mundo por parte de Butters.

Kenny puso una sonrisa nerviosa y se rasco detrás de la oreja.
-Leo..eh...lo siento pero me gustan las chicas-. Solo esas palabras hicieron falta para que Butters perdiera sus sonrisa entre lágrimas.

El más pequeño se disculpó y se fue lo más rápido que pudo de allí.

A partir de allí todo cambió.
En 3 meses no volvieron a tocar el tema.

Pero ahora, Butters estaba frente al espejo dispuesto a ser alguien que se merecía el amor de Kenny.
El estaba dispuesto a cambiar toda su forma de ser por el chico que le robó la sonrisa.
Leopold sabía que esto no era algo sano..pero..estaba enamorado.

Cuando bajó las escaleras sus padres se quedaron estáticos al verle.

-¿¡B-Butters que diablos estás haciendo vestido así?!-.grito Stephen.

El rubio no contestó solo se dirigió a la puerta y salió de la casa Stoch.


Los 4 chicos se encontraban jugando a las canastas con una pelota vieja de basketball.
Butters apareció y los cuatro se quedaron mirando.

Ninguno se llevaban bien con el rubio excepto Kenny, aunque después de la confesión no hablaban mucho.
Apenas se intercambiaban palabras en clases, tal vez un ¿Qué hora es? O ¿Que ejercicios son? Pero jamás volvieron a ser tan buenos amigos.

Kenny se acercó a Butters dejando atrás a Stan, Kyle y Cartman.

-¿Butters..que..estás haciendo?

Leopold se dió cuenta de que no había preparado nada, no sabía que excusa decir o como hablar en esta situación, se sentía desnudo ante sus ojos.
Como podría explicar todo este tiempo pensando en el y todas esas noches sin dormir llorando y recordando aquellos tiempos, en los que se tomaban de las manos y nada salía mal.

Incluso recordaba con cariño la cicatriz de su ojo izquierdo, la cual el rubio estaba tan arrepentido y siempre le pedía perdón una y otra vez, aunque Butters le dijera más de tres veces que no pasaba nada, qué pasó hace años.

Pero no podía explicar cómo se sentía estar debajo de aquella mirada azul.
Desde el primer día se sintió hipnotizado.
Y sentía que todo de él era ridículo.

-Yo..c-cambiaré por ti...no me importa cómo ser..por qué te amo..Kenny..por f-favor..solo..-. antes de que se diera cuenta el rubio ya estaba llorando. Toda esta situación era demasiada para el.
No se sentía cómodo rogándole a alguien para que le amara, no quería que fuese así.

-Butters...-. Kenny sacó un pañuelo y le limpio las lágrimas al más pequeño.
Tenía una expresión tan destrozada que no era propia de el.
Su maquillaje ya estaba corrido y sus ojos hinchados.
En ese momento Kenny recordó aquella mirada que le dejó leo meses atrás en aquel restaurante.
Esta era la misma, y sentía que su alma se estaba muriendo.

El quería mucho a Butters, siempre había sido uno de sus mejores amigos, y sabe que haría cualquier cosa por el.
Pero solo lo veía como un amigo.
Jamás pudo sentir el mismo amor por un chico que por una chica, lo intentó pero no era lo mismo.
Esas cosas no se deciden.

-Lo siento tanto..-.kenny solo pudo decir eso mientras negaba suavemente con la cabeza.
El mayor depositó el pañuelo en las manos del rubio.
Lo miró una vez más y se dio la vuelta para irse.

Los tres chicos miraban confusos la escena mientras Kenny se alejaba de todo.







Butters miraba al suelo mientras las lágrimas caian mojandolo.
Apretó con fuerza el pañuelo y se dio la vuelta para volver a su casa.

Entro y su padre estaba allí, mirándolo con rabia.

Butters no escuchaba sus gritos, estaba perdido en el silencio de su cabeza, subió las escaleras y se fue a su cuarto, sabía que estaría castigado.

Se miró al espejo una vez más

No era una chica bonita

Tenía el maquillaje corrido y ojos rojos de llorar.
La peluca estaba despeinada y mechones suyos salían por los costados.
Se la quitó de la cabeza y la arrojó al suelo.

Ya no veía a nadie, solo una sombra en el espejo.
Aún no era el.
Se quitó el maquillaje y tampoco encontraba su reflejo.

Hacía mucho que dejó de ser el mismo por otra persona.

Tanto que se olvidó de como serlo.




















Gracias por leer wap@s <3

Alguien que no soy [Bunny|| One Shot]Onde histórias criam vida. Descubra agora