El dia a dia puede ser aburrido, pero... ¿Lo es en la vida de un escritor y un adolescents tsundere?
¡Gracias por elegir esta historia! Aquí encontrarás de todo un poco de esta linda pareja, sus momentos más softs, más hornys... ¡Todo y más!
(Escuch...
Eran las siete de la tarde, y Misaki estaba dirigiéndose hacia su casa, después de un largo dia de universidad. -¡Ya he llegado, Nii-Chan!- exclamó Misaki des de la puerta, con las llaves en la mano, quitandose los zapatos. -Usagi, sueltame ya~- El gemido del hermano de Misaki se escuchó por toda la casa. Misaki entró en la sala de donde venían esos ruidos, y lo que vió no fue nada mas que a su hermano contra la pared, y un robusto hombre de ojos morados abrazándolo. -¿¡Pero que!?- Exclamó el uke. Usagi se fijó en los hermosos ojos que tenia el joven, junto a su pelo marrón y su cuerpo delgado. Misaki, sin darse cuenta, estaba completamente sonrojado al ver que aquel chico se estaba fijando en cosas que no debía. -Misaki, te presento a Usami-Sensei, es un amigo mio des de la escuela- Añadió el hermano. Usagi no se movió. Simplemente asintió con la cabeza sin separarse de Takahiro.
Pasaron unos días tranquilos, hasta que Takahiro llamase a Usagi y a otra chica que Misaki no conocía. -Misaki, Usagi, tengo que presentaros a Manami. -Hola, Manami- Dijo Misaki, con una voz de "niño bueno" -Un placer conocerte, Takahiro habla mucho de tí- Añadió la chica El ojimorado sonrió. -Queriamos deciros una cosa... Vamos a casarnos~- Dijo Takahiro Usagi se quedó de piedra. Misaki, al darse cuenta, se acercó un poco a él mientras la pareja hablaban de la boda. -Voy a comprar bebidas, que ya no quedan- Dijo Misaki. -Usagi, acompáñame. -Aqui os esperamos- Dijeron los dos a la vez. Comenzaron a caminar, y Misaki se veía enfadado, y con los ojos llorosos dijo: -Mi hermano es un idiota Usagi levantó la mirada, sorprendido. Una dulce sonrisa salió de la boca del hombre, al ver como ese jóven, con los ojos llenos de lágrimas, se tapaba la cara sonrojado. -¿Y ahora que te pasa? Deja de lloriquear como un crío y levanta- Dijo Usagi -Callate, idiota. Usagi soltó una pequeña carcajada. -No te rias de mí, estúpido- Dijo Misaki. Usagi levantó a Misaki del suelo, y lo apoyó en una farola. -Deja de llorar, ¿Si? -Es tu culpa, ¡Baka! Cuando empiezo a llorar no hay quien me pare. -¿Seguro?- Preguntó Usagi, con una mirada pervertida y juguetona. -Segurísimo- Afirmó el uke. De repente, Usagi se acercó a Misaki y....
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-¿Ves? Has dejado de llorar y te has callado Misaki no podía hablar, estaba paralizado por lo que acababa de pasar.
