"Detente, no puedo hacerlo, por favor. " dije con una voz temblorosa.
Él se separó considerablemente y me observó con preocupación. Lágrimas comenzaron a salir, él sabía que aquel recuerdo había surgido nuevamente.
"Tranquila, no haremos nada que n...
Lily tenía una hora libre ya que su maestro de laboratorio de ciencias no había podido asistir a clases, su próxima clase no sería hasta después de una hora y media así que todavía no podia irse a su trabajo, por lo tanto decidió tomar aire fresco debajo de la sombra de algún árbol en el campus de la universidad.
Hizo un pequeño intercambio de mensajes con su amiga Haneul que todavía no regresaba hasta la próxima semana y luego continuo su camino.
Y si, Haneul también tiene problemas, quizás no tan severos, pero los tenía. Por algo dicen que cada quien lleva de manera diferente sus problemas.
Anduvo sin rumbo buscando un "lugar perfecto" pero en realidad buscaba otra cosa, algo que ella no se explicaba, quizás quería encontrarse con alguien y estar junto a alguien mientras esperaba su próxima asignatura.
¿A quién quería encontrar? Ella no lo sabía, o quizás si y no lo quería admitir.
Después de andar casi medio campus buscando una "sombra perfecta" encontró una, y no era perfecta por el hecho de que fuera un gran árbol que brindaba un gran lugar de descanso, sino porque ahí estaba alguien que quería ver inconcientemente.
Se acercó a él y se sentó a su lado. Él recostaba su cabeza en aquel gran tronco con sus ojos cerrados disfrutando de la música que provenían de sus auriculares, estaba tan desconectado del mundo que no se percató de la chica a su lado hasta que ella tomo uno de sus auriculares y lo coloco en su oreja izquierda, escuchaba a un artista desconocido para ella pero intuía que por el ritmo la canción te incitaba a cortar tus venas.
Él se asustó un poco pues no sé lo esperaba pero al verla sonrió.
—Se le hace costumbre teletransportarse mientras escucha música. —pensó la chica.
Ella le miro a los ojos, estaban rojos, rojos del llanto, él pensó que se le había pasado pero no, sus ojos continuaban rojos como si no hubiera parado de llorar cosa que era totalmente cierta.
Ella no sabía que decir, solo estaba algo preocupada por el chico así que dejo que su mente tonta dijera lo primero que le llegaba a la mente.
—¿Te sientes bien? —fue su pregunta.
Se sentía tonta por preguntar aquello, era obvio que no se encontraba bien.
Él solo negó y trato de no mirarle, no quería llorar delante de ella, él había sido su apoyo hace unos días, no podía permitir que le viera débil.
Ella pensaba en alguna otra cosa que decir más no se le ocurría nada, las lágrimas del chico empezaban a caer, este era uno de esos días en los que se maldecía así mismo por sus errores pasados, se sentía estresado, los estudios también le estaban alterando.
¿Esto era algo que estaría pegado a él como sanguijuela toda su vida? ¿Por qué seguía sintiéndose como alguien malo, incompetente e inútil para cualquier persona? ¡Él era la fuerza de su madre, hermano y amigos! No quería sentirse así, inservible y gusano.
Ella sabía que había empezado a llorar de nuevo y se sentía mal por él, hasta ahora él la había consolado dos o tres veces, no sabía cómo consolarlo a él. Ella también tenía sus luchas e inseguridades internas pero hasta este momento ninguna le remordía el alma como hasta ahora verle llorar por algo que desconocía.
¿Por qué se sentía así por él si apenas eran amigos de un mes y medio? Ella no lo sabía ni lo quería saber por el momento.
Entonces ella recordó esa experiencia que Changbin menciono, ¿era eso lo que le afectaba?
Él no le miraba, ella de manera inconciente le tomo de la mejilla e hizo que le mirara después de varios minutos sin saber que hacer.
—No soy quién para hacerte hablar pero así como has estado para mí, —fijó su mirada en él— yo también estoy para ti Chan. —dejó su mejilla y se acercó un poco más a él y de manera libre tomó su mano.
Se golpearía con un sartén más tarde por hacer ello pero ahora lo encontraba necesario. Eran amigos después de todo, ¿no? Él ya la había abrazado anteriormente para darle consuelo.
Él entonces la observó con cuidado y se sintió bien con ella recostada de su hombro, ella estaba apoyándolo sin siquiera decirle que le pasaba realmente.
Él se lo diría, definitivamente, pero no ahora.
Continuaban sentados, debajo de un árbol, disfrutando de su sombra y compartiendo auriculares. Eran un par de amigos dándose apoyo, ¿dónde estaban los demás? Seguro tomando clases, por el momento solo eran ellos dos.
—Oye, si vamos a permanecer aquí deberíamos quitar esas canciones corta venas por unas alegres. —sugiere la chica de pronto.
Él sonrió ya que era algo nuevo en ella, generalmente no daba tales opiniones repentinas, sin duda Felix le había pegado algo de su personalidad en pocos días.
—Esta bien —dijo él buscando otra canción más alegre.
Él colocó una más movida, una de Bruno Mars específicamente, sabía que era uno de sus artistas favoritos.
—Así está mejor. —sonrió para luego seguir recostada de su hombro.
Fin
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¿He vuelto?
Perdonen mi ausencia, la vida universitaria me consume, no se preocupen, haré todo lo posible para volver a publicar más seguido está historia y las demás.